Fabián Huapaya, quien heredó el gusto por la esgrima de su papá, nos representará en los Juegos Panamericanos Lima 2019. Peroantesnos explicó en qué consiste el deporte.
"Nacionalmente hemos podido copar todo, arrasar con todo", dice. No exagera. Fue campeón cadete, juvenil y en mayores. De hecho, lleva cinco años consecutivos defendiendo el título nacional de esgrima. Fabián Huapaya, sablista peruano, heredó de su papá, campeón sudamericano, el gusto por este particular deporte que llevará a cabo en los Juegos Panamericanos Lima 2019.
"Yo nací y viví en ambiente de esgrima. Fue entrenador de la Selección Peruana. Lo acompañaba a clases. Lo hacía sin ganas o sin ningún interés hasta que hubo una competencia en Chile", recuerda. Fue un interclubes en Arica. Quedó en primer lugar y le gustó, pero no había niños con quienes pudiera competir. Eso lo llevó a cambiar el sable por el skate. Pero años después, en 2013, fue su papá y primer entrenador el que lo convenció de volver. ¿El motivo? una competencia en AELU.
Luego de quedar en primer lugar, notó que la esgrima era lo suyo. Desde entonces, no dejó de entrenar. Lo hace de lunes a viernes a doble turno y los sábados a uno solo. Incluso, aunque uno de sus objetivos es dedicarse a la comunicación audiovisual, ha dejado este ciclo los estudios para enfocarse en la competencia.
La esgrima, un deporte de arte y agilidad, consiste en el enfrentamiento entre dos contrincantes, protegidos con un atuendo especial, que deben, con movimientos específicos, intentar tocarse con un arma blanca. Hay tres tipos: sable, espada y florete. La primera herramienta aplica del tronco para arriba, con el filo y contra filo. En la segunda, vale todo el cuerpo: de pies a cabeza. En la tercera, solo tronco. En las dos últimas se tiene que tocar sí o sí con la punta.
Él, al igual que su padre, se desempeña en la modalidad de sable, la que más se asemeja al deporte de Piratas del Caribe y Star Wars. Como los toques que valen son los que se realizan del tronco para arriba, toda esa parte del cuerpo debe estar cubierta con una chaqueta eléctrica de keplan, el mismo material con el que se fabrican los chalectos antibalas, un guante eléctrico y una careta del mismo material. Todo esto, mediante cables, irá conectado a un carrete y a un aparato eléctico, piezas que nos permitirán saber cuándo un combatiente tocó al otro con el arma.
Si hasta este punto aún no te queda claro cómo se realiza este deporte, no te preocupes. Precisamente por eso le pedimos al mismo Fabián, nuestro campeón nacional, que nos haga una demostración básica (ver video principal).
En Lima 2019, claro, los enfrentamientos serán reales y muchísimo más exigentes. Los esgrimistas peruanos tendrán que competir contra profesionales de Estados unidos, Venezuela y Argentina, países favoritos en este deporte. Pero Fabián no se intimida. Confía en lo que son capaces y sueña en grande.
"Tenemos buen equipo en las tres armas. Vamos a poder conseguir algo muy grande... Una medalla, claro", menciona. Y en lo personal, aunque va paso a paso tampoco se conforma con foto. Su objetivo es llegar a ser campeón mundial y olímpico. Mientras haya determinación y trabajo, no hay imposibles".
Comparte esta noticia