Algunos países dicen que reconocen al nuevo Gobierno pero no le felicitamos, entonces nosotros les decimos que no esperamos vuestra felicitación, dijo Ahmadineyad ante un Parlamento donde destacaba la ausencia de muchos parlamentarios.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, juró hoy su cargo para un segundo mandato ante el Parlamento, fuertemente custodiado por la Policía y rodeado por miles de personas que con su presencia mostraron su rechazo a los resultados de las elecciones del pasado 12 de junio.
La Policía iraní montó hoy uno de los mayores despliegues policiales de los últimos tiempos en los alrededores del Parlamento para disuadir a la oposición de las protestas y concentraciones durante el acto de investidura, que comenzó a primera hora.
"Yo, como presidente de la República islámica de Irán, juro ante el sagrado Corán, la nación iraní y ante Dios que seré el guardián de la religión oficial, de la República islámica y de la Constitución", recitó el mandatario en un acto presidido por el Presidente del Parlamento, Alí Lariyani.
El presidente iraní dijo además que no tiene ningún otro deseo que servir al pueblo y a Irán y añadió que su país está dispuesto a colaborar con otras naciones, aunque advirtió que "no soporta la falta de educación" de algunas.
"Algunos países dicen que reconocemos al nuevo Gobierno pero no le felicitamos, entonces nosotros les decimos que nuestro pueblo no espera vuestra felicitación", dijo Ahmadineyad ante un Parlamento donde destacaba la ausencia de muchos parlamentarios.
Según la agencia de noticias de los obreros de Irán (ILNA), en "el importante" acto de esta mañana se veía dos filas de asientos vacíos al fondo del Parlamento mientras que en las dos filas de delante estaban los invitados.
A pesar de la fuerte presencia policial, y el cierre de la estación de metro de Baharestán donde esta el Parlamento, miles de personas pasearon de forma continua en las aceras de las calles adyacentes al Parlamento de forma pacífica.
Detenciones
Las fuerzas policiales y los guardianes de la revolución islámica, que impedían a la gente pararse en las aceras, ordenaron asimismo el cierre de todos los comercios y establecimientos en la zona, para impedir que los ciudadanos pudieran detenerse en ellos.
Durante esta mañana la Policía detuvo a decenas de personas en las calles de Yomhuri y Sepahsalar así como en la plaza de Baharestan en el centro de Teherán.
En la calle Sepahsalar, donde hubo algunos enfrentamientos con la Policía, los agentes grabaron imágenes de los manifestantes.
Según pudo comprobar Efe, al menos una decena de personas, con las manos esposadas, fueron conducidas hasta el interior de un furgón policial en las inmediaciones de la sede parlamentaria.
Algunos testigos indicaron que otras cinco jóvenes fueron conducidos hasta el interior de un vehículo, al parecer un coche policial camuflado, mientras hacían el signo de la victoria y avisaban a los demás congregados que estaba siendo detenidas.
Tras el anuncio del resultado de las elecciones del pasado 12 de junio, los partidarios de los dos candidatos reformistas salieron a las calles en las principales ciudades iraníes, especialmente en Teherán, para protestar contra el escrutinio electoral.
Las manifestaciones fueron reprimidas con contundencia por los milicianos Basij y los guardianes de la revolución con un resultado de 20 muertos y miles de detenidos, según los datos oficiales.
El pasado lunes, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, otorgó a Ahmadineyad, la orden firmada para ratificar su segundo mandato en la Presidencia.
Al acto no asistieron el jefe de la Asamblea de Expertos, el ayatolá, Alí Akbar Hashemi Rafsanyani, y otros personajes reformistas como el ex presidente iraní, Mohamad Jatami, quienes han cuestionado los resultados electorales que han otorgado a Ahmadineyad un segundo mandato.
Tras la investidura hoy como presidente, Ahmadineyad cuenta con un plazo de dos semanas para presentar al Parlamento los miembros de su nuevo gabinete. EFE
Foto: EFE
La Policía iraní montó hoy uno de los mayores despliegues policiales de los últimos tiempos en los alrededores del Parlamento para disuadir a la oposición de las protestas y concentraciones durante el acto de investidura, que comenzó a primera hora.
"Yo, como presidente de la República islámica de Irán, juro ante el sagrado Corán, la nación iraní y ante Dios que seré el guardián de la religión oficial, de la República islámica y de la Constitución", recitó el mandatario en un acto presidido por el Presidente del Parlamento, Alí Lariyani.
El presidente iraní dijo además que no tiene ningún otro deseo que servir al pueblo y a Irán y añadió que su país está dispuesto a colaborar con otras naciones, aunque advirtió que "no soporta la falta de educación" de algunas.
"Algunos países dicen que reconocemos al nuevo Gobierno pero no le felicitamos, entonces nosotros les decimos que nuestro pueblo no espera vuestra felicitación", dijo Ahmadineyad ante un Parlamento donde destacaba la ausencia de muchos parlamentarios.
Según la agencia de noticias de los obreros de Irán (ILNA), en "el importante" acto de esta mañana se veía dos filas de asientos vacíos al fondo del Parlamento mientras que en las dos filas de delante estaban los invitados.
A pesar de la fuerte presencia policial, y el cierre de la estación de metro de Baharestán donde esta el Parlamento, miles de personas pasearon de forma continua en las aceras de las calles adyacentes al Parlamento de forma pacífica.
Detenciones
Las fuerzas policiales y los guardianes de la revolución islámica, que impedían a la gente pararse en las aceras, ordenaron asimismo el cierre de todos los comercios y establecimientos en la zona, para impedir que los ciudadanos pudieran detenerse en ellos.
Durante esta mañana la Policía detuvo a decenas de personas en las calles de Yomhuri y Sepahsalar así como en la plaza de Baharestan en el centro de Teherán.
En la calle Sepahsalar, donde hubo algunos enfrentamientos con la Policía, los agentes grabaron imágenes de los manifestantes.
Según pudo comprobar Efe, al menos una decena de personas, con las manos esposadas, fueron conducidas hasta el interior de un furgón policial en las inmediaciones de la sede parlamentaria.
Algunos testigos indicaron que otras cinco jóvenes fueron conducidos hasta el interior de un vehículo, al parecer un coche policial camuflado, mientras hacían el signo de la victoria y avisaban a los demás congregados que estaba siendo detenidas.
Tras el anuncio del resultado de las elecciones del pasado 12 de junio, los partidarios de los dos candidatos reformistas salieron a las calles en las principales ciudades iraníes, especialmente en Teherán, para protestar contra el escrutinio electoral.
Las manifestaciones fueron reprimidas con contundencia por los milicianos Basij y los guardianes de la revolución con un resultado de 20 muertos y miles de detenidos, según los datos oficiales.
El pasado lunes, el líder supremo iraní, el ayatolá Alí Jamenei, otorgó a Ahmadineyad, la orden firmada para ratificar su segundo mandato en la Presidencia.
Al acto no asistieron el jefe de la Asamblea de Expertos, el ayatolá, Alí Akbar Hashemi Rafsanyani, y otros personajes reformistas como el ex presidente iraní, Mohamad Jatami, quienes han cuestionado los resultados electorales que han otorgado a Ahmadineyad un segundo mandato.
Tras la investidura hoy como presidente, Ahmadineyad cuenta con un plazo de dos semanas para presentar al Parlamento los miembros de su nuevo gabinete. EFE
Foto: EFE
Comparte esta noticia