Festejos se dan con rituales en las ruinas de la antigua ciudadela de Tiahuanaco, donde se espera la visita de 40.000 personas, indicaron.
Los aimaras de Bolivia celebrarán el próximo lunes el año nuevo que calculan en 5.518 de la cultura andina, con varios rituales en las ruinas de la antigua ciudadela de Tiahuanaco, situada en el altiplano de La Paz, donde se espera la visita de 40.000 personas.
Sacerdotes aimaras de Tiahuanaco, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, oficiaron hoy ritos previos cerca del Palacio Quemado de La Paz, despacho del presidente Evo Morales, acompañados por el ministro de Exteriores, David Choquehuanca, y el gobernador paceño, César Cocarico, los tres de esa misma etnia.
Los aimaras tratan de justificar los 5.518 años que mencionan por los teóricos, redondos 5.000 de la antigüedad, que atribuyen a Tiahuanaco, los otros 518 años sumados desde 1.942, cuando los españoles llegaron al continente.
En cambio, antropólogos y arqueólogos explican que el "año nuevo aimara" solo celebra un tiempo "mítico", pues Tiahuanaco pervivió entre el 2.000 antes de Cristo y el 1.000 de nuestra era, en tanto que la cultura aimara es posterior.
Las celebraciones del lunes, que en años anteriores Morales utilizó con fines políticos, coincidirán con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, conocido también como día del "Willkakuti" o "retorno del Sol" en lengua aimara.
Morales decretó recientemente que ese día será festivo en todo el país, para realzar el "año nuevo aimara" en esa región, cuyas ruinas están a 70 kilómetros de La Paz, y escenario de sus tomas de posesión como líder indigenista, después de ganar las elecciones.
Choquehuanca destacó hoy que Tiahuanaco es "un centro energético del planeta Tierra", al que se espera lleguen el lunes miles de personas, la mitad de ellas extranjeros.
"No vienen sólo como turistas, porque la mayor parte de los que vienen a Tiahuanaco (...) lo hacen para recargar energías", apuntó el ministro, conocido por su defensa de las tradiciones culturales, religiosas y esotéricas ancestrales.
La decisión de Morales de decretar festivo nacional ese día ha causado que otras de las 36 etnias originarias de Bolivia le exijan ahora un trato igual.
Los guaranís le piden que declare fiesta el 28 de enero, en homenaje a los más de 600 miembros de esa etnia que murieron en un levantamiento en 1892.
La Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia también solicita a Morales un decreto para que el 15 de agosto sea festivo nacional, para conmemorar un aniversario del inicio de una marcha emblemática que realizaron por sus territorios.
El "año nuevo aimara" no sólo se celebrará en Tiahuanaco, también en el santuario de Copacabana, fronterizo con Perú; en el fuerte inca de Samaipata, en la región oriental de Santa Cruz, y en el Salar de Uyuni, el fondo desecado de un mar en el sudoeste del país, cerca a la frontera con Chile.
EFE
Sacerdotes aimaras de Tiahuanaco, a 4.000 metros sobre el nivel del mar, oficiaron hoy ritos previos cerca del Palacio Quemado de La Paz, despacho del presidente Evo Morales, acompañados por el ministro de Exteriores, David Choquehuanca, y el gobernador paceño, César Cocarico, los tres de esa misma etnia.
Los aimaras tratan de justificar los 5.518 años que mencionan por los teóricos, redondos 5.000 de la antigüedad, que atribuyen a Tiahuanaco, los otros 518 años sumados desde 1.942, cuando los españoles llegaron al continente.
En cambio, antropólogos y arqueólogos explican que el "año nuevo aimara" solo celebra un tiempo "mítico", pues Tiahuanaco pervivió entre el 2.000 antes de Cristo y el 1.000 de nuestra era, en tanto que la cultura aimara es posterior.
Las celebraciones del lunes, que en años anteriores Morales utilizó con fines políticos, coincidirán con el solsticio de invierno en el hemisferio sur, conocido también como día del "Willkakuti" o "retorno del Sol" en lengua aimara.
Morales decretó recientemente que ese día será festivo en todo el país, para realzar el "año nuevo aimara" en esa región, cuyas ruinas están a 70 kilómetros de La Paz, y escenario de sus tomas de posesión como líder indigenista, después de ganar las elecciones.
Choquehuanca destacó hoy que Tiahuanaco es "un centro energético del planeta Tierra", al que se espera lleguen el lunes miles de personas, la mitad de ellas extranjeros.
"No vienen sólo como turistas, porque la mayor parte de los que vienen a Tiahuanaco (...) lo hacen para recargar energías", apuntó el ministro, conocido por su defensa de las tradiciones culturales, religiosas y esotéricas ancestrales.
La decisión de Morales de decretar festivo nacional ese día ha causado que otras de las 36 etnias originarias de Bolivia le exijan ahora un trato igual.
Los guaranís le piden que declare fiesta el 28 de enero, en homenaje a los más de 600 miembros de esa etnia que murieron en un levantamiento en 1892.
La Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente de Bolivia también solicita a Morales un decreto para que el 15 de agosto sea festivo nacional, para conmemorar un aniversario del inicio de una marcha emblemática que realizaron por sus territorios.
El "año nuevo aimara" no sólo se celebrará en Tiahuanaco, también en el santuario de Copacabana, fronterizo con Perú; en el fuerte inca de Samaipata, en la región oriental de Santa Cruz, y en el Salar de Uyuni, el fondo desecado de un mar en el sudoeste del país, cerca a la frontera con Chile.
EFE
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