Hasta el momento, se han contabilizado cuatro decesos en Bahréin, al menos 4 en Libia y 2 en Yemen. Miles se personas protestan contra los regimenes autoritarios de estos países.
La violenta represión de las protestas que se propagan contra los longevos sistemas autoritarios de Medio Oriente dejó desde el miércoles 4 muertos en Bahréin, al menos 4 en Libia y 2 en Yemen.
Las rebeliones que este año derrocaron a los presidentes de Túnez, Zine El Abidine Ben Alí, y de Egipto, Hosni Mubarak, alentaron las reivindicaciones en esta región del mundo aquejada de déficit democrático, corrupción, nepotismo y de regímenes incapaces de renovarse.
La ola de contestación fue respaldada por Estados Unidos, que instó a los dirigentes de la región a dar una respuesta positiva a las demandas populares.
En Bahréin, cuatro personas murieron la madrugada del jueves durante el asalto de las fuerzas de seguridad contra manifestantes que querían pasar una segunda noche consecutiva en la Plaza Perla de Manama.
El ejercito desplegó por la mañana decenas de tanques, señalaron testigos en la capital de este pequeño reino del Golfo gobernado por la dinastía sunita de los Al Jalifa pero con mayoría de la población chiita (otra rama del islam).
En total, seis personas murieron en Bahréin desde el inicio el lunes del movimiento lanzado por internautas que llamaron por Facebook a manifestarse para exigir reformas políticas y sociales, a ejemplo de lo acontecido en Túnez y Egipto.
En Libia, gobernada desde hace casi 42 años con mano de hierro por el coronel Muamar Kadhafi, al menos cuatro personas perdieron la vida el miércoles en los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad y manifestantes contra el régimen en Al Baida (este), según sitios web de la oposición y Organizaciones No Gubernamentales (ONG) libias basadas en el extranjero.
En Yemen, un paupérrimo país de la Península Arábiga, aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra la red islamista Al Qaida, doce personas resultaron heridas el jueves en Saná en los enfrentamientos registrados, por quinto día consecutivo, entre partidarios y adversarios del presidente Ali Abdalá Saleh, en el poder desde 1978.
Unos 2.000 opositores, en su mayoría estudiantes, fueron atacados al salir del campus universitario por miembros del Congreso Popular General (CPG, oficialista), quienes estaban armados con porras y piedras, indicó un corresponsal de la AFP.
-AFP-
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