El Arsenal de Inglaterra sufrirá una dura baja de cara a la final de la Europa League ante el Chelsea. No se debe a una lesión o una suspensión, sino a un conflicto entre dos países que salta al campo de juego.
El odio visceral que se profesan Armenia y Azerbaiyán ha acabado por manchar la final de la UEFA Europa League, que se disputará el 29 de mayo en la capital azerbaiyana, Bakú, y a la que no acudirá Henrikh Mkhitaryan, el futbolista armenio del Arsenal. "Habiendo sopesado todas las opciones, hemos tenido que tomar la difícil decisión de que no viaje con el equipo a la final de la Liga Europa contra el Chelsea", escribió este martes el deportista n su cuenta de Twitter.
Henrikh Mkhitaryan ya se había negado a pisar territorio azerbaiyano en dos ocasiones, una en 2015, cuando militaba en el Borussia Dortmund, que se enfrentaba al Gabalá, y otra en octubre pasado cuando el Arsenal tuvo que enfrentarse al Qarabaj azerbaiyano en la fase de grupos de la Europa League. Pese a esto, al tratarse de una final, muchos pensaban que el futbolista acabaría por dejar a un lado las rencillas que arrastran ambos países y viajaría a Bakú para disputar su segunda final de la Europa League. Pero no fue así.
El conflicto
De poco sirvió que la UEFA asegurara que el mejor jugador de Armenia no tendría problemas para obtener el visado, pese a la prohibición que recae sobre todos sus compatriotas. Los azerbaiyanos estaban dispuestos incluso a olvidar el hecho de que Henrikh Mkhitaryan visitó en dos ocasiones (2009 y 2012) en misión humanitaria el enclave de Nagorno Karabaj, que enfrenta a ambos países desde 1988 y que provocó una guerra cuyas secuelas aún son latentes.
Este sangriento conflicto enfrentó a Armenia y a Azerbaiyán, exestados miembros de la Unión Soviética, durante los años 90 alrededor del enclave del alto Karabagh. El conflicto provocó unos 30 mil muertos. El alto el fuego se firmó en 1994, pero desde entonces las relaciones entre los dos países son tensas, con frecuentes enfrentamientos en la frontera.
A raíz del caso del futbolista, la Cancillería de Azerbaiyán llamó a no mezclar "la política y el deporte", mientras que el presidente de la federación de fútbol local manifestó que la seguridad del futbolista no estaba amenazada. "A Mkhitaryan le pagan como futbolista y no como político. Estaría encantado de hablar con él", comentó Tair Taguizade, embajador azerbaiyano en Londres.
Las consecuencias
De poco sirvió y el miedo y la política pudieron más. Tanto el Arsenal como las autoridades armenias habían pedido a Azerbaiyán que diera garantías adicionales de seguridad, pero la impresión es que el jugador ya tenía la decisión tomada hace mucho. El propio técnico club inglés, Unai Emery, explicó este martes a la prensa que el club londinense no tenía nada que ver y que se trataba de una "decisión muy personal" que "hay que respetar".
Zona en el centro del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán:
La federación de Azerbaiyán no tardó en expresar su "decepción”, aseguró que no hay motivos para dudar de la seriedad de las garantías de seguridad ofrecidas por Bakú y mostró su convencimiento de que la decisión del futbolista del Arsenal no afectará a "la calidad y el atractivo de este gran partido".
"Estamos decepcionados... Al tiempo que reconocemos el derecho a tomar una decisión personal de no viajar, nos gustaría reiterar que, como país anfitrión, Azerbaiyán ofreció todas las garantías necesarias exigidas por la UEFA para garantizar la seguridad personal de Mkhitaryan", apuntó. A su vez, recordó que en los últimos años "un gran número" de deportistas armenios participaron en competiciones en suelo azerbaiyano y no tuvieron ningún problema.
Presiones internas
El futbolista ha estado sometido en las últimas semanas a muchas presiones por parte de su país para que renunciara a jugar el partido, que de celebrarse sin incidentes sería un espaldarazo diplomático para el enemigo. La Cancillería de Armenia aseguró que no se opondría a la participación de su jugador en la final de Bakú si la seguridad estaba garantizada, pero a renglón seguido acusó a Azerbaiyán de "racismo y xenofobia" por prohibir a los aficionados de origen armenio la asistencia a torneos deportivos. "Eso pone en duda la celebración de competiciones deportivas en ese país", señaló.
En la misma línea, el antiguo seleccionador armenio Vardán Minasián también abogó por que el futbolista no viajara al país vecino por motivos de seguridad. "Si hay una amenaza a su seguridad y allí la hay, entonces, creo que no debe volar. Los demás problemas se pueden solucionar, pero cuando hablamos de la seguridad personal, ¿de qué fútbol estamos hablando?", comentó.
Por lo menos, al futbolista le quedará el consuelo de que ya se alzó con el trofeo cuando militaba en el Manchester United, que derrotó hace dos temporadas en la final de la Europa League al Ajax con gol incluido del armenio (2-0). Henrikh Mkhitaryan no es el único futbolista armenio en ausentarse de un partido en tierras azerbaiyanas, ya que Alexandr Karapetián tampoco viajó con su equipo, el Progres de Luxemburgo, a Azerbaiyán para enfrentarse el pasado verano al Gabalá en la primera ronda de la Liga Europa.
La selección de Armenia tampoco participó en septiembre pasado en los Mundiales de Judo en Bakú por falta de seguridad para sus deportistas, que si acudieron, en cambio, a los Juegos Europeos disputados en el país bañado por el mar Caspio en 2015. (Con información de EFE y AFP)
El anuncio hecho por el futbolista
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