Los emblemáticos “love motels” ofrecen una experiencia “única”, en medio de luces de neón, creativas construcciones y todas las medidas de bioseguridad.
En medio del desconcierto causado por la pandemia del coronavirus, los emblemáticos "love motels" de Brasil se han reinventado para asegurar a miles de parejas una experiencia "única" en el Día de los Enamorados, una fecha que, a diferencia del resto del mundo, el país conmemora cada 12 de junio.
Situados en los márgenes de las carreteras del mayor país de Suramérica, los moteles seducen a los viajeros a lo largo de cientos de kilómetros con sus llamativas luces en néon y sus excéntricas construcciones.
Los "hoteles del amor" pasaron a formar parte de la identidad del país al convertirse en un refugio secreto donde las parejas pueden encontrarse de forma sigilosa, reservando una habitación toda una noche o por un par de horas. Pero en tiempos de coronavirus, el sector se ha visto ahora obligado a adaptarse a una nueva normalidad.
UN "SERVICIO ESENCIAL" DURANTE LA PANDEMIA
En Sao Paulo, el estado más poblado y golpeado por el coronavirus en Brasil, los moteles fueron incluidos en la lista de servicios esenciales que pueden funcionar durante la pandemia, lo que obligó al sector a adecuarse rápidamente a las exigencias establecidas para frenar la propagación de la COVID-19.
Si bien la búsqueda por esos icónicos establecimientos ha caído cerca de un 50 % durante la crisis sanitaria, los brasileños siguen recurriendo a este tipo de hospedaje en plena pandemia, sobre todo las parejas con hijos y que necesitan una "pausa" en el confinamiento.
"El principal grupo que viene durante la cuarentena es la pareja estable que busca un respiro de casa, porque viven con parientes e hijos, y quieren tener un momento a solas de ocio, pero con seguridad", explicó en una entrevista con Efe Felipe Martínez, presidente de la Asociación Brasileña de Moteles.
El empresario también ha detectado un curioso cambio en el perfil de sus huéspedes: si por un lado el número de parejas "casuales" se "redujo a cero", debido al cierre de bares, restaurantes y discotecas, por otro, hubo un "aumento considerable" de viajeros que "cambiaron el avión por el coche y buscan estancias más largas".
"Son personas que entienden que los moteles son un hospedaje que presenta un riesgo menor (de contagio) precisamente por la falta de contacto humano y la privacidad total desde la llegada hasta la salida", expresó.
Martínez explicó que el sector ha adoptado un "riguroso protocolo sanitario" que incluye el acompañamiento constante del estado de salud de los trabajadores, disponibilidad de alcohol en gel y la suspensión de fiestas, reuniones o eventos sociales -bastante comunes en los moteles-.
"Siempre hemos tenido un protocolo de higiene muy fuerte, pero ahora han sido intensificados, sobre todo entre el personal responsable de la limpieza, que usan varios EPIs (equipamiento de protección individual) y productos químicos profesionales", aseguró.
Asimismo, diversos moteles pasaron a trabajar solamente con reservas anticipadas -por un periodo mínimo de 48 horas-, han suspendido las habitaciones que permiten la "interacción" con otros huéspedes y han impuesto una espera de 24 horas entre la salida y entrada de parejas en una misma habitación.
UN PECULIAR DÍA DE LOS ENAMORADOS
Si en sus orígenes, en los años 1960, los moteles brasileños nacieron para ofrecer refugio a las parejas de operarios que buscaban un poco de privacidad pese a sus escasos recursos, hoy en día hay quienes desembolsan hasta 1 000 dólares por la reserva de una habitación durante algunas horas.
Servicio de recogida en helicópteros o en ferrari, una noche de barra libre de champán o fiestas particulares con DJs y jacuzzis pasaron a figurar en el abanico de opciones ofrecidas por los "love motels".
En las suites de algunos, los huéspedes pueden deslizarse por toboganes que llegan hasta piscinas privadas con calefacción, mientras que otras incluyen cenas preparadas por aclamados chefs o películas 4-D en sofás ondulantes.
No obstante, muchas de las opciones que ofrecen los moteles han sido interrumpidas debido a la pandemia, incluso durante el Día de los Enamorados, una fecha en la que históricamente registran un aumento de las reservas del 30 %.
"Todo los años hay un aumento durante esta semana, pero este año es obvio que nos vamos a ver afectados. No tenemos expectativas de tener el mismo volumen de ventas que teníamos históricamente otros años", explicó Martínez, quien también es propietario de uno en el centro de Sao Paulo.
Por ello, los moteles se han tenido que reinventar y ofrecen ahora tarjetas de regalo para disfrutarlos una vez pase la pandemia, playlists exclusivas o una guía con el paso a paso para un romántico encuentro casero.
"La idea es que no hace falta que la pareja venga hasta aquí. Queremos ofrecer nuestra experiencia completa para que disfruten desde sus casas", precisó Martínez.
Ya para quienes desean darse una escapada en el confinamiento, los establecimientos garantizan que han redoblado las medidas de higiene contra el coronavirus, el cual sigue en ascenso en el país, con más de 800 000 casos y más de 40 000 muertos.
"Cada persona está lidiando de una forma distinta con esa pandemia y tenemos que entender que hay miedos, recelos y múltiples sensaciones". Por eso "hay que expandir el abanico" de posibilidades, aseguró Martínez.
(Información de EFE)
Comparte esta noticia