Gobierno brasileño también estima la posibilidad de liberar a los presos por sanciones menores; pero estos sólo representan el 17%.
El Gobierno brasileño estudia la implantación de un sistema de vigilancia de presos con pulseras o tobilleras electrónicas para desahogar el sobrecargado sistema carcelario mediante la liberación de casi la sexta parte de los internos, informó este lunes la prensa.
"Entre 75.000 y 80.000 presos puede cumplir régimen de prisión de vigilancia electrónica", dijo el director del Departamento Penitenciario Nacional, Airton Michels, en declaraciones publicadas por el diario O Globo.
Según Michels, el país debe "buscar alternativas" para el aumento de la población carcelaria.
"Brasil ya tiene una legislación muy avanzada en términos de penas alternativas. La otra opción ahora es el control electrónico con el uso de pulseras o tobilleras", agregó.
Los 80.000 presos que pueden ser liberados, principalmente acusados de pequeños delitos que aún no han sido condenados y no son considerados peligrosos, equivalen a cerca del 17% del total de internos del país.
El Departamento Penitenciario Nacional es el responsable por el proyecto de la vigilancia mediante pulseras electrónicas, que permite saber la localización exacta de quienes las usan y hacerles seguimientos.
Michels explicó que el control de delincuentes de baja peligrosidad fuera de las cárceles es una de las alternativas para hacer frente a los problemas de hacinamiento en las prisiones.
El gran problema es que el número de reos en Brasil aumenta a tasas anuales del 7,3%, mientras que la inversión en la construcción de cárceles por parte de los Gobiernos regionales o municipales es mínima.
Según las cifras del Departamento Penitenciario, Brasil tenía en diciembre pasado 473.626 presos, de los cuales el 44% aún no había sido condenado, y cada año aumenta en 4.000 el déficit en el número de cupos en las prisiones.
El responsable de esta institución agregó que actualmente hay varios proyectos en estudio en el Congreso para la vigilancia electrónica de presos, pero el Gobierno puede presentar uno nuevo que tenga en cuenta los logros de otros países y las necesidades de Brasil.
EFE
"Entre 75.000 y 80.000 presos puede cumplir régimen de prisión de vigilancia electrónica", dijo el director del Departamento Penitenciario Nacional, Airton Michels, en declaraciones publicadas por el diario O Globo.
Según Michels, el país debe "buscar alternativas" para el aumento de la población carcelaria.
"Brasil ya tiene una legislación muy avanzada en términos de penas alternativas. La otra opción ahora es el control electrónico con el uso de pulseras o tobilleras", agregó.
Los 80.000 presos que pueden ser liberados, principalmente acusados de pequeños delitos que aún no han sido condenados y no son considerados peligrosos, equivalen a cerca del 17% del total de internos del país.
El Departamento Penitenciario Nacional es el responsable por el proyecto de la vigilancia mediante pulseras electrónicas, que permite saber la localización exacta de quienes las usan y hacerles seguimientos.
Michels explicó que el control de delincuentes de baja peligrosidad fuera de las cárceles es una de las alternativas para hacer frente a los problemas de hacinamiento en las prisiones.
El gran problema es que el número de reos en Brasil aumenta a tasas anuales del 7,3%, mientras que la inversión en la construcción de cárceles por parte de los Gobiernos regionales o municipales es mínima.
Según las cifras del Departamento Penitenciario, Brasil tenía en diciembre pasado 473.626 presos, de los cuales el 44% aún no había sido condenado, y cada año aumenta en 4.000 el déficit en el número de cupos en las prisiones.
El responsable de esta institución agregó que actualmente hay varios proyectos en estudio en el Congreso para la vigilancia electrónica de presos, pero el Gobierno puede presentar uno nuevo que tenga en cuenta los logros de otros países y las necesidades de Brasil.
EFE
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