Con esta medida, que regirá a partir del año 2013, el Gobierno brasileño espera proteger la sabana, uno de los ecosistemas más amenazados del país.
El Gobierno de Brasil va a prohibir a partir de 2013 el uso de carbón vegetal procedente de bosques de la sabana, uno de los ecosistemas más amenazados del país, informó hoy el ministro de Medio Ambiente, Carlos Minc.
Esta medida se encuadra en un plan de acción anunciado hoy por el Ejecutivo para tratar de frenar la destrucción de esta enorme región al sur de la selva amazónica, de cerca de dos millones de kilómetros cuadrados, que ya ha perdido casi la mitad de su cobertura vegetal.
Minc explicó que la mitad del carbón vegetal que se usa en las industrias del país procede del bosque originario de la sabana, por lo que anunció una serie de medidas para incentivar el plantío de arboledas "energéticas y comerciales".
Entre otras disposiciones, se abrirán líneas de financiación para fomentar la proliferación de estos bosques plantados por el hombre y se adoptarán medidas hasta ahora aplicadas a la región amazónica, como el veto a la concesión de créditos públicos a los empresarios que violan la ley medioambiental.
Como ejes centrales de este plan, se va a incrementar la vigilancia de la tala descontrolada y fomentar las actividades sostenibles, para crear alternativas económicamente viables para los habitantes de la región.
En este sentido, se aplicará un precio mínimo a varios productos agrícolas endémicos de la región, como el aguaje o moriche, la mangaba y el barú, para asegurar el nivel de renta de los pequeños productores.
El ministerio definirá qué municipios son prioritarios, debido a su acelerado grado de destrucción de la sabana, para concentrar en ellos las medidas de control y la introducción de estímulos a la agricultura sostenible.
La sabana, conocida en Brasil como "cerrado", cuenta con cerca de un millón de kilómetros cuadrados de vegetación original en pie, cerca de la mitad de su extensión original.
El 85% de la destrucción de la cobertura vegetal se dio entre 2002 y 2008 y los principales responsables fueron los agricultores, ganaderos y productores de carbón vegetal destinado a la industria siderúrgica, según el Ministerio de Medio Ambiente.
Este ecosistema diverso, cuya vegetación varía desde bosques cerrados hasta áreas semiáridas con apenas arbustos, se extiende por todo el centro y oeste de Brasil, desde el sur de la Amazonía y las sierras del litoral este hasta la frontera con Bolivia y Paraguay, ocupando un 24% del territorio del país suramericano.
-EFE-
Esta medida se encuadra en un plan de acción anunciado hoy por el Ejecutivo para tratar de frenar la destrucción de esta enorme región al sur de la selva amazónica, de cerca de dos millones de kilómetros cuadrados, que ya ha perdido casi la mitad de su cobertura vegetal.
Minc explicó que la mitad del carbón vegetal que se usa en las industrias del país procede del bosque originario de la sabana, por lo que anunció una serie de medidas para incentivar el plantío de arboledas "energéticas y comerciales".
Entre otras disposiciones, se abrirán líneas de financiación para fomentar la proliferación de estos bosques plantados por el hombre y se adoptarán medidas hasta ahora aplicadas a la región amazónica, como el veto a la concesión de créditos públicos a los empresarios que violan la ley medioambiental.
Como ejes centrales de este plan, se va a incrementar la vigilancia de la tala descontrolada y fomentar las actividades sostenibles, para crear alternativas económicamente viables para los habitantes de la región.
En este sentido, se aplicará un precio mínimo a varios productos agrícolas endémicos de la región, como el aguaje o moriche, la mangaba y el barú, para asegurar el nivel de renta de los pequeños productores.
El ministerio definirá qué municipios son prioritarios, debido a su acelerado grado de destrucción de la sabana, para concentrar en ellos las medidas de control y la introducción de estímulos a la agricultura sostenible.
La sabana, conocida en Brasil como "cerrado", cuenta con cerca de un millón de kilómetros cuadrados de vegetación original en pie, cerca de la mitad de su extensión original.
El 85% de la destrucción de la cobertura vegetal se dio entre 2002 y 2008 y los principales responsables fueron los agricultores, ganaderos y productores de carbón vegetal destinado a la industria siderúrgica, según el Ministerio de Medio Ambiente.
Este ecosistema diverso, cuya vegetación varía desde bosques cerrados hasta áreas semiáridas con apenas arbustos, se extiende por todo el centro y oeste de Brasil, desde el sur de la Amazonía y las sierras del litoral este hasta la frontera con Bolivia y Paraguay, ocupando un 24% del territorio del país suramericano.
-EFE-
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