Unos quince vehículos llegaron al lugar y de ellos bajaron cerca de cien sicarios, su primera acción fue abrir fuego contra la comisaría del pueblo, que incendiaron después.
Casi un centenar de pistoleros del crimen organizado atacó durante cinco horas un poblado del norte de México, con un saldo de cuatro muertos y el incendio de la base policial, reveló hoy el fiscal del estado de Sonora, Abel Murrieta.
Los hechos tuvieron lugar en el poblado de Maycoba, en el estado de Sonora, entre las seis de la tarde y las once de la noche del jueves, de acuerdo con los reportes de los habitantes del enclave.
Unos quince vehículos "de modelos recientes" llegaron al lugar y de ellos se bajaron de entre 80 a cien sicarios, pertrechados con armas largas y con el rostro cubierto, reveló Murrieta hoy en rueda de prensa.
Su primera acción fue abrir fuego contra la comisaría del pueblo, que incendiaron después. Los policías de la pequeña localidad se hallaban en otra localidad del municipio, por lo que se salvaron del ataque, señaló el fiscal.
Los pistoleros acabaron con la vida del padre del comandante de la policía local, mientras que a unos kilómetros del pueblo fueron hallados tres cadáveres, dos de los cuales no han sido identificados. También saquearon una tienda.
Para perpetrar el ataque sin obstáculos, el grupo armado bloqueó la carretera federal cercana con dos camiones.
"Es evidente que se trata de delincuencia organizada", apuntó el fiscal, quien explicó que los criminales llegaron del vecino y violento estado de Chihuahua, situado a apenas cinco kilómetros del poblado de Maycoba.
Chihuahua es el estado más violento del país, debido al alto número de asesinatos registrados en los tres últimos años, particularmente en Ciudad Juárez.
Cerca de un tercio de las 18.000 muertes atribuidas al crimen organizado en México desde diciembre de 2006 se cometieron en Chihuahua, según recuentos oficiales y periodísticos, a cuenta de la guerra entre el cártel local, el de Juárez, y el de Sinaloa.
Según el procurador, esta no es la primera vez que grupos armados de Chihuahua se interna en territorio sonorense para cometer asesinatos.
Hace unos meses se produjo un incidente de este tipo en otro poblado de Sonora, el de Guadalupe, que se saldó con cinco muertes.
Murrieta destacó que se ha hecho un "gran avance" en la investigación de dicho suceso y se ha identificado a tres de los autores materiales de las muertes, domiciliados en Chihuahua. En aquel caso, los maleantes entraron a pie.
La frontera norte de México -tanto Sonora como Chihuahua limitan con Estados Unidos- ha concentrado gran parte de la violencia del narcotráfico mexicano en los últimos años.
El control de las rutas del contrabando y el mercado interno ha desatado una enconada contienda entre los siete carteles del país, que, articulados en bandos y combatiendo escisiones internas, lanzan a sus sicarios para acabar con los rivales.
Se estima que la gran mayoría de los muertos por crimen organizado desde diciembre de 2006, fecha en la que subió al poder el presidente Felipe Calderón, son pistoleros a sueldo de los capos de la droga.
El despliegue de cerca de 65.000 efectivos de la Policía Federal y el Ejército mexicanos ha arrojado la captura de más de 60.000 presuntos delincuentes, pero no ha logrado frenar la violencia. ç
EFE
Los hechos tuvieron lugar en el poblado de Maycoba, en el estado de Sonora, entre las seis de la tarde y las once de la noche del jueves, de acuerdo con los reportes de los habitantes del enclave.
Unos quince vehículos "de modelos recientes" llegaron al lugar y de ellos se bajaron de entre 80 a cien sicarios, pertrechados con armas largas y con el rostro cubierto, reveló Murrieta hoy en rueda de prensa.
Su primera acción fue abrir fuego contra la comisaría del pueblo, que incendiaron después. Los policías de la pequeña localidad se hallaban en otra localidad del municipio, por lo que se salvaron del ataque, señaló el fiscal.
Los pistoleros acabaron con la vida del padre del comandante de la policía local, mientras que a unos kilómetros del pueblo fueron hallados tres cadáveres, dos de los cuales no han sido identificados. También saquearon una tienda.
Para perpetrar el ataque sin obstáculos, el grupo armado bloqueó la carretera federal cercana con dos camiones.
"Es evidente que se trata de delincuencia organizada", apuntó el fiscal, quien explicó que los criminales llegaron del vecino y violento estado de Chihuahua, situado a apenas cinco kilómetros del poblado de Maycoba.
Chihuahua es el estado más violento del país, debido al alto número de asesinatos registrados en los tres últimos años, particularmente en Ciudad Juárez.
Cerca de un tercio de las 18.000 muertes atribuidas al crimen organizado en México desde diciembre de 2006 se cometieron en Chihuahua, según recuentos oficiales y periodísticos, a cuenta de la guerra entre el cártel local, el de Juárez, y el de Sinaloa.
Según el procurador, esta no es la primera vez que grupos armados de Chihuahua se interna en territorio sonorense para cometer asesinatos.
Hace unos meses se produjo un incidente de este tipo en otro poblado de Sonora, el de Guadalupe, que se saldó con cinco muertes.
Murrieta destacó que se ha hecho un "gran avance" en la investigación de dicho suceso y se ha identificado a tres de los autores materiales de las muertes, domiciliados en Chihuahua. En aquel caso, los maleantes entraron a pie.
La frontera norte de México -tanto Sonora como Chihuahua limitan con Estados Unidos- ha concentrado gran parte de la violencia del narcotráfico mexicano en los últimos años.
El control de las rutas del contrabando y el mercado interno ha desatado una enconada contienda entre los siete carteles del país, que, articulados en bandos y combatiendo escisiones internas, lanzan a sus sicarios para acabar con los rivales.
Se estima que la gran mayoría de los muertos por crimen organizado desde diciembre de 2006, fecha en la que subió al poder el presidente Felipe Calderón, son pistoleros a sueldo de los capos de la droga.
El despliegue de cerca de 65.000 efectivos de la Policía Federal y el Ejército mexicanos ha arrojado la captura de más de 60.000 presuntos delincuentes, pero no ha logrado frenar la violencia. ç
EFE
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