El ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich, dijo que el único inconveniente que ha habido hasta el momento es con el tabaco.
El ministro chileno de Salud, Jaime Mañalich, negó la existencia de problemas de adicción al alcohol entre los 33 mineros que permanecen atrapados desde el pasado 5 de agosto a 700 metros de profundidad en una mina del norte del país.
"Hasta el momento, abajo no ha habido ningún problema derivado del cese de consumo de alcohol o de cualquier sustancia adictiva", aseguró Mañalich en referencia a algunas publicaciones de prensa en el extranjero que decía que los mineros sufren por la falta de alcohol y claman por vino o cerveza.
Mañalich dijo que la semana pasada, cuando en las primeras comunicaciones con los mineros algunos, en medio de la euforia del momento gritaron "¡Manden cerveza!", se les aplicó una encuesta para determinar si una eventual dependencia de alguno o algunos al alcohol se podía transformar en una dificultad.
"Si no se presentó ningún problema por abstinencia en el consumo, es porque no hay dependencia al alcohol ni a las drogas", subrayó.
Agregó que el único inconveniente que ha habido hasta el momento es con el tabaco; "hemos tenido que tratar con parches de nicotina a nueve mineros", de un total de trece que son fumadores, dijo.
"A estas alturas hay que descartar cualquier problema que se transforme en una dificultad para los próximos días desde el punto de vista de la adicción a cualquier cosa", insistió.
Según las publicaciones que comentaba el ministro, uno de los 33 trabajadores, cuya identidad no se publica, es "alcohólico y drogodependiente".
EFE
"Hasta el momento, abajo no ha habido ningún problema derivado del cese de consumo de alcohol o de cualquier sustancia adictiva", aseguró Mañalich en referencia a algunas publicaciones de prensa en el extranjero que decía que los mineros sufren por la falta de alcohol y claman por vino o cerveza.
Mañalich dijo que la semana pasada, cuando en las primeras comunicaciones con los mineros algunos, en medio de la euforia del momento gritaron "¡Manden cerveza!", se les aplicó una encuesta para determinar si una eventual dependencia de alguno o algunos al alcohol se podía transformar en una dificultad.
"Si no se presentó ningún problema por abstinencia en el consumo, es porque no hay dependencia al alcohol ni a las drogas", subrayó.
Agregó que el único inconveniente que ha habido hasta el momento es con el tabaco; "hemos tenido que tratar con parches de nicotina a nueve mineros", de un total de trece que son fumadores, dijo.
"A estas alturas hay que descartar cualquier problema que se transforme en una dificultad para los próximos días desde el punto de vista de la adicción a cualquier cosa", insistió.
Según las publicaciones que comentaba el ministro, uno de los 33 trabajadores, cuya identidad no se publica, es "alcohólico y drogodependiente".
EFE
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