Grupos de estudiantes islámicos asaltaron en tres ocasiones la embajada británica en Teherán, donde arrancaron la bandera, saquearon documentación y causaron daños.
Los repetidos asaltos de estudiantes islámicos hoy a la embajada del Reino Unido en Teherán, donde retuvieron a seis miembros del personal de la legación diplomática, ha motivado una enérgica condena internacional.
Grupos de estudiantes islámicos asaltaron en tres ocasiones la embajada británica en Teherán, donde arrancaron la bandera, saquearon documentación y causaron daños, tras una manifestación contra el Gobierno del Reino Unido, con el que Teherán ha decidido reducir el nivel de relaciones diplomáticas en represalia a las sanciones que le impone Londres por su polémico programa nuclear.
El Gobierno británico condenó de inmediato la "inaceptable" entrada de manifestantes en su embajada y sus actos de "vandalismo", a la vez que consideró al Gobierno iraní responsable del "fallo muy grave" de seguridad que permitió el asalto a la embajada y le advirtió de que éste tendrá consecuencias "serias".
"Nos sentimos ultrajados. Es totalmente inaceptable y lo condenamos", señaló el Foreign Office en Londres.
El jefe de la diplomacia británica, William Hague, citó al encargado de negocios de Irán en Londres para transmitir al ministro iraní de Exteriores su más enérgica protesta sobre lo ocurrido, mientras el primer ministro británico, David Cameron, convocó una reunión de su Gabinete de emergencia denominada "Cobra".
El Consejo de Seguridad de la ONU condenó "en los términos más enérgicos" los asaltos a la embajada del Reino Unido, expresó "su profunda preocupación" y exigió a Irán que respete completamente sus obligaciones internacionales y garantice "la protección del personal y los bienes diplomáticos y consulares".
Previamente, la Unión Europea y países como Estados Unidos, Francia, Alemania, Italia y Rusia condenaron también los asaltos a la embajada británica y pidieron al Gobierno de Teherán garantías de que protegerá las legaciones extranjeras.
La jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, ha denunciado el "inaceptable" asalto de la embajada y ha llamado al Gobierno iraní a "cumplir inmediatamente con sus obligaciones internacionales, incluida la Convención de Viena, de proteger a los diplomáticos y las embajadas".
En Washington, la Casa Blanca condenó "en los términos más enérgicos" el asalto contra la embajada británica en Teherán e instó al Gobierno de Irán a condenar el incidente y proteger las legaciones diplomáticas en Teherán.
"Instamos a Irán a respetar totalmente sus obligaciones internacionales, a condenar el incidente, a llevar a los responsables ante la Justicia y a garantizar que no se repiten este tipo de incidentes en la Embajada británica o ninguna otra", declaró el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
En París, el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, condenó "con mucha firmeza" el ataque a la embajada británica en Teherán, que en su opinión ilustra "la poca consideración" del régimen iraní por la legalidad internacional.
"Francia denuncia esta violación flagrante y escandalosa de la convención de Viena" y "considera a las autoridades iraníes responsables de la seguridad y de la integridad de todas las misiones diplomáticas en Irán", señaló Juppé.
Alemania expresó asimismo su indignación, instó al Gobierno iraní a proteger a los diplomáticos y representaciones extranjeras y avisó de que abordará "de inmediato" con las autoridades de Irán la situación de la escuela alemana en Teherán, por si hubiera resultado afectada y para que se garantice su seguridad.
Italia calificó de "absolutamente intolerable" el ataque a la embajada británica en Teherán y exigió que las autoridades iraníes "retomen lo antes posible el control de la situación".
"Es un episodio muy grave que condenamos firmemente y por el que expresamos plena solidaridad al Gobierno británico", subrayó el ministro italiano de Exteriores, Giulio Terzi.
El Gobierno de España, por su parte, calificó de "absolutamente inaceptables" los asaltos a la embajada británica, consideró "insuficiente" la respuesta del régimen iraní y expresó su solidaridad al Ejecutivo de Londres.
También Rusia censuró el asalto y saqueo de la legación diplomática británica y llamó a las autoridades iraníes a restablecer el orden público en Teherán.
"Los actos de una multitud de manifestantes cometidos en violación de las normas del derecho internacional (...) son inaceptables y merecen una condena", indicó la Cancillería rusa, al subrayar que el derecho internacional "garantiza la inmunidad del territorio y de los inmuebles de las legaciones diplomáticas".
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán lamentó "el comportamiento inaceptable de algunos manifestantes" y señaló que los sucesos se han producido "a pesar de los esfuerzos de la Policía (para evitarlos) y el refuerzo de las medidas de protección de la embajada".
"La República Islámica de Irán recalca su intención de proteger y preservar los recintos y el personal diplomático", aseguró el ministerio de Exteriores iraní, que subrayó su respeto por la legislación internacional y la inmunidad del personal y los recintos diplomáticos.
EFE
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