Lee Jae-Yong fue declarado culpable de sobornar a la expresidenta Park Geun-hye con el objetivo de obtener favores del Gobierno.
El heredero del imperio Samsung fue condenado el viernes a cinco años de prisión en su proceso por corrupción en el marco del escándalo que terminó con la destitución de la expresidenta surcoreana Park Geun-Hye.
La condena de Lee Jae-Yong podría dejar sin timón al gigante de las telecomunicaciones durante años y obstaculizar la toma de decisiones clave para el desarrollo de la empresa.
La acusación. Lee fue acusado de autorizar el desvío de 43.000 millones de wones (32,3 millones de euros/38 millones de dólares) a fundaciones bajo el control de Choi Soon-sil, conocida como la "Rasputina" por su amistad con la exmandataria, a cambio de que un fondo público de pensiones autorizara en 2015 una fusión de dos filiales de Samsung.
Esta operación reforzó el control de Lee sobre el conglomerado, a quien pertenece el mayor fabricante de "smartphones" del mundo (Samsung Electronics) y cuyo liderazgo asumió de facto en 2014 después de que su padre, Lee Kun-hee, sufriera un infarto que lo dejó incapacitado.
Sorteos para "el juicio del siglo". El fallo emitido por la sala 417 del tribunal de Distrito Central de Seúl -la misma que en 2008 juzgó y condenó a prisión suspendida al patriarca de los Lee por evadir impuestos y transferir ilegalmente activos de la empresa a su hijo- ha generado gran expectación, sobre todo tras la prohibición del acceso a los medios.
Más de 450 personas se presentaran días antes a un sorteo para ocupar uno de los 30 asientos de la sala y asistir en directo a la última y decisiva jornada del que los medios locales bautizaron "el juicio del siglo", en el que la fiscalía pedía 12 años de cárcel. Unos 800 agentes antidisturbios fueron desplegados en el exterior del tribunal para velar por la seguridad de los grupos de manifestantes congregados a favor y en contra del empresario.
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