Brasil es el segundo país más golpeado por la COVID-19 detrás de Estados Unidos al contabilizar 103 026 muertos y 3 109 630 infectados por el nuevo coronavirus.
Las fachadas de los edificios del Congreso Nacional de Brasil se tiñeron este martes de verde en un homenaje para recordar los más de 100 000 brasileños que han perdido la vida para el coronavirus desde marzo, cuando fue confirmada la primera muerte por la COVID-19 en el país sudamericano.
Organizada por entidades estudiantiles y con la autorización previa de la Cámara Alta, la proyección en las torres de la sede de la Cámara de Diputados y del Senado puso en evidencia el luto por la "triste marca" alcanzada de 100 000 muertos por COVID-19 en Brasil, según explicó a Efe el director institucional de la Unión Nacional de los Estudiantes (UNE), Felipe Eish.
"Esa marca no puede pasar en blanco, no puede ser solo un número. Brasil es uno de los países con más muertes en el mundo y eso tiene que ser denunciado", expresó.
"Son 100 000 vidas que fueron dejadas atrás, familias que quedaron sin sus seres queridos y necesitamos hablar más sobre eso", agregó.
Según Eish, el lugar elegido para la acción fue el Congreso Nacional porque se trata de "la casa del pueblo" y es el local ideal para "llamar la atención" y "dar visibilidad a esa situación".
El pasado sábado, Brasil se convirtió en el segundo país del mundo en romper la barrera de 100 000 muertos por el nuevo coronavirus, hecho que comparte con tan solo Estados Unidos, donde los casos de la COVID-19 superan ya los cinco millones.
De acuerdo con las entidades estudiantiles, el acto de este martes marca también la "resistencia" de "millones de estudiantes" a la gestión de la crisis llevada a cabo por el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, uno de los gobernantes mundiales más escépticos sobre la gravedad del coronavirus y quien ha minimizado la pandemia.
"Ya son más de 100 000 víctimas, una marca trágica que podría haber sido evitada no fuera esa irresponsabilidad del Gobierno Bolsonaro", destacó la UNE en un comunicado.
Desde el inicio de la pandemia, Jair Bolsonaro, recuperado de la COVID-19, ha restado importancia a la peligrosidad de la enfermedad, la calificó de "gripecita" y ha desafiado en reiteradas ocasiones las orientaciones de distanciamiento social, lo que llevó a que dos ministros de Salud abandonaron sus carteras en plena pandemia.
De acuerdo con el más reciente boletín del Ministerio de Salud, comandado interinamente por el general Eduardo Pazuello desde el pasado 15 de mayo, el país sudamericano contabiliza hasta el momento 103 026 muertos y 3 109 630 infectados por el coronavirus, lo que confirma a Brasil como la segunda nación del mundo más castigada por el patógeno, detrás de Estados Unidos.
(Con información de EFE)
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