El preparador de peloteros Carlos Aranda murió tras contraer el coronavirus y seguir laborando. Tras sentirse mal, pidió no jugar la serie contra otro equipo este último domingo, pero los directivos y los encargados de la liga negaron la solicitud. “Si no voy, me corren y no me pagan", le dijo a su hermana.
El preparador de peloteros del equipo de béisbol San Fernando de Nicaragua, Carlos Aranda regresó con síntomas de coronavirus a su casa después de la serie que perdió su equipo, las Fieras del San Fernando, ante el conjunto de la Costa Caribe.
Pese a sus dolencias Aranda, de 59 años, había ido al estadio de Masaya, 28 kilómetros al sureste de Managua, a preparar a los jugadores para la próxima serie en la que se enfrentarían a los Indios del Boer, el equipo más popular de la capital y líder del torneo.
Su hermana, según cuenta su padre Carlos Aranda, al ver que empeoraba su estado de salud, le aconsejó que no fuera a la serie contra el Boer, que fue en el Estadio Nacional "Dennis Martínez", en Managua, el fin de semana pasado.
A esta le habría dicho: "Es mi responsabilidad. Tengo que ir, porque soy responsable, y si no, me corren y no me pagan". En la plantilla del San Fernando al menos han resultado contagiadas por COVID-19 nueve personas, entre jugadores y entrenadores.
Ante esta situación pidieron no jugar la serie contra el Bóer prevista del viernes al domingo pasados. Pero los directivos y los encargados de la liga negaron la solicitud.
Los peloteros de ambos equipos jugaron con mascarillas, y el Bóer ganó la serie por paliza. El San Fernando, cuyo entrenador Norman Cardoze, entonces estaba siendo atendido por COVID-19 en un hospital, necesitó utilizar a sus jardineros como lanzadores.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), como la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y la Organización de los Estados Americanos, han expresado su preocupación por la situación en Nicaragua, donde tampoco se ha dejado de practicar otros deportes.
Además, el Gobierno de Daniel Ortega promueve aglomeraciones, no ha restringido la movilidad y no ha suspendido las clases. Tras la muerte de Aranda, con síntomas de COVID-19, según sus familiares, y que ha conmovido a los amantes del béisbol en Nicaragua, donde es considerado el "deporte rey", la CNBS decidió suspender el torneo durante dos semanas a partir de este viernes por la presión de clubes, peloteros y aficionados.
EFE
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