Coronel asesino solo expresó preocupación por disgusto de esposa

El coronel canadiense Russell Williams, que torturó y asesinó a dos mujeres, admitió con toda frialdad sus crímenes y solo mostró preocupación por el efecto que el escándalo tendría en su esposa, según el vídeo policial de su confesión dado a conocer hoy.

El tribunal que juzga el caso, y que condenará con seguridad en los próximos días a Williams a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional en 25 años, visionó una versión editada de las más de 10 horas del interrogatorio que la policía realizó el 7 de febrero, tras su detención.

En el video se puede ver a Williams, entonces comandante de una de las principales bases aéreas del país, CFB Trenton, y uno de los militares con más futuro de las Fuerzas Armadas canadienses, sonriendo a la cámara al inicio del interrogatorio.

En las tres primeras horas de indagatoria, el coronel de la Fuerza Aérea negó conocer a las dos mujeres asesinadas, la cabo Marie-France Comeau, de 38 años de edad y una de sus subordinadas en Trenton, y Jessica Lloyd, de 27 años de edad.

Incluso cuando la policía le pidió una muestra de sangre para comparar su ADN con el encontrado en las escenas de los crímenes, Williams solicitó "discreción".

"Es difícil parar los rumores una vez que se empieza", declaró Williams, implicando que aunque el ADN le exculparía el simple hecho de saberse que había sido considerado sospechoso dañaría su imagen.

Pero finalmente Williams reconoció con toda frialdad las violaciones y asesinatos de estas dos mujeres, los asaltos sexuales a otras dos y 82 robos en domicilios personales de ropa interior y otras prendas íntimas de mujeres.

El momento de la verdad vino cuando el agente que le interrogaba, un especialista en comportamiento, el sargento Jim Smyth, reveló que las huellas de neumáticos encontradas en el domicilio de la última víctima, Lloyd, coincidían exactamente con las de su vehículo.

Lo mismo sucedía con una huella de una bota encontrada en la escena del crimen y que era idéntica a las de Williams.

Todo eso era bastante para que el juez autorizase el registro de su domicilio, lo que estaba produciéndose a la vez que Smyth le interrogaba.

"No sé que decir", respondió Williams.

Finalmente, el militar dijo: "Es difícil creer que esto está pasando", le pidió al interrogador que lo llamara Russ y señaló en un mapa donde había enterrado el cuerpo de Lloyd.

"Estoy preocupado porque van a desmontar la nueva casa de mi mujer. Este lugar, es el sueño de mi mujer", dijo Williams.

Posteriormente añadió, "desde mi punto de vista, mis preocupaciones es lo que debe estar sufriendo mi mujer ahora y el impacto que esto va a tener en las Fuerzas Armadas canadienses. Estoy sufriendo con lo disgustada que tiene que estar mi mujer ahora. Quiero minimizar el impacto en mi mujer", añadió el militar.

Entonces Williams reveló los lugares donde había ocultado tarjetas de memoria con videos y fotografías de los crímenes, detallados registros informáticos de sus ataques así como centenares de prendas íntimas robadas de domicilios particulares.

Ayer, la fiscalía ofreció transcripciones de los videos que Williams filmó torturando y asesinando a Comeau y Lloyd.

En el caso del asesinato de Comeau, cometido en noviembre del 2009, Williams irrumpió en su casa, la golpeó y violó repetidamente durante dos horas.

En el video Comeau suplicó: "He sido realmente buena. Quiero vivir". Pero Williams la asfixió tapando su boca y nariz con cinta aislante y prosiguió filmando a su víctima tras su muerte.

Dos meses después, el 29 de enero del 2010, Williams atacó a Jessica Lloyd en su casa.

Tras torturarla durante varias horas, Williams se la llevó a una de sus casas donde la joven sufrió convulsiones y pidió ser llevada a un hospital.

Según la transcripción, Lloyd le dijo: "Si muero, ¿se asegurará de que mi madre sepa que la quiero?". Poco después Williams la golpeó en la cabeza y la asfixió con una cuerda.
EFE