Mandatario ecuatoriano relacionó al entorno del ex gobernante Lucio Gutiérrez con el secuestro del que fue objeto. Aseguró que sublevación policial no se debe a una reivindicación salarial.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa anunció que todos los elementos que participaron en la insurrección y que ha hecho quedar tan mal a la institución y al país, tendrán la sanción correspondiente, "aquí no habrá perdón ni olvido", advirtió.
Además de los conspiradores de siempre, el Jefe de Estado sospecha que tras el levantamiento se pueden esconder elementos uniformados que en el pasado recibían aportes económicos de potencias extranjeras.
"Los irresponsables de siempre nos han hecho quedar mal presentándonos como quizá muchos nos quieran ver, como una república de opereta, donde supuestos policías, supuestamente buscando mejoras salariales secuestran al mismo presidente de la República", dijo.
"Pero que nadie se engañe, ese no fue el motivo, eso no es lo que ha pasado hoy, lo que pasó fue un intento de golpe de Estado, de conspiración, de desestabilización, que les falló a los conspiradores, gracias a la actuación del Gobierno Nacional, al pueblo ecuatoriano y de las fuerzas leales del orden", subrayó el mandatario.
En este sentido señaló que las acciones de insurreción fueron una serie de acciones coordinadas que querían crear el caos con el pretexto de que se habían quitado beneficios económicos a policías y militares, lo cual dijo, además, es falso.
El mandatario refirió que la rebelión de un grupo de policías que reclamaban la supuesta afectación a sus bonificaciones, no se trató de una reivindicación salarial sino un claro intento de conspiración.
Identificó a Gilmar Gutiérrez y Fausto Cobos, asambleístas del partido Sociedad Patriótica, del opositor Lucio Gutiérrez, de crear campañas de desinformación con características de guerra psicológica, con el propósito de levantar a la tropa armada contra el poder constituido.
Por ello enfatizó que "no habrá perdón ni olvido" para los responsables de la revuelta y que se realizará una depuración profunda de la Policía.
Además de los conspiradores de siempre, el Jefe de Estado sospecha que tras el levantamiento se pueden esconder elementos uniformados que en el pasado recibían aportes económicos de potencias extranjeras.
"Los irresponsables de siempre nos han hecho quedar mal presentándonos como quizá muchos nos quieran ver, como una república de opereta, donde supuestos policías, supuestamente buscando mejoras salariales secuestran al mismo presidente de la República", dijo.
"Pero que nadie se engañe, ese no fue el motivo, eso no es lo que ha pasado hoy, lo que pasó fue un intento de golpe de Estado, de conspiración, de desestabilización, que les falló a los conspiradores, gracias a la actuación del Gobierno Nacional, al pueblo ecuatoriano y de las fuerzas leales del orden", subrayó el mandatario.
En este sentido señaló que las acciones de insurreción fueron una serie de acciones coordinadas que querían crear el caos con el pretexto de que se habían quitado beneficios económicos a policías y militares, lo cual dijo, además, es falso.
El mandatario refirió que la rebelión de un grupo de policías que reclamaban la supuesta afectación a sus bonificaciones, no se trató de una reivindicación salarial sino un claro intento de conspiración.
Identificó a Gilmar Gutiérrez y Fausto Cobos, asambleístas del partido Sociedad Patriótica, del opositor Lucio Gutiérrez, de crear campañas de desinformación con características de guerra psicológica, con el propósito de levantar a la tropa armada contra el poder constituido.
Por ello enfatizó que "no habrá perdón ni olvido" para los responsables de la revuelta y que se realizará una depuración profunda de la Policía.
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