Dalái lama: la compasión es la clave para un mundo más feliz

El Dalái lama, el líder espiritual de los tibetanos y una gran mayoría de los budistas del mundo, dijo hoy en Toronto ante unas 15.000 personas que la clave para vivir en un mundo más feliz y sin conflictos es tener más compasión "los unos de los otros".

El XIV Dalái lama, cuyo nombre real es Tenzin Gyatso, inició hoy en Toronto una visita de tres días en su país de adopción (Canadá le concedió la ciudadanía honoraria en el año 2006) con un discurso titulado "Planteamiento humano a la paz mundial" en el mayor estadio cubierto de Toronto.

La ciudad canadiense es el hogar de una de las mayores comunidades de refugiados tibetanos fuera del continente asiático, con unas 7.000 personas, y el dalái lama la visita siempre que viaja a Canadá.

El sábado, Tenzin Gyatso inaugurará oficialmente el Centro Cultural de Tibet en Canadá (CCTC) y por primera vez en la historia del Dalái lama el evento, junto con las enseñanzas que impartirá el domingo en el CCTC, será retransmitido en directo a través de Internet en alta definición.

Hoy, Gyatso (que cuenta con 75 años de edad),ante una audiencia en la que se encontraban muchos de los tibetanos asentados en Toronto, pero también muchos canadienses de otros orígenes, recordó cómo en los primeros años del siglo XX 200 millones de personas murieron en guerras civiles y conflictos entre naciones.

Ello a pesar de que para las principales religiones del mundo (cristianismo, islamismo, hinduismo, judaísmo o budismo) el punto central de sus enseñanzas es la compasión y el amor, dijo Gyatso.

El Dalái lama señaló que "el significado del planteamiento humano a la paz mundial es una actitud con más compasión y considerar de forma genuina a los otros como humanos".

Por ello, el líder religioso añadió que tanto la paz como la violencia "dependen de las acciones individuales".

El Dalái lama también se refirió a los problemas que plantea la pobreza en el mundo y la creciente brecha que existe entre los más necesitados y los más ricos. EFE