El bromo es un líquido rojo, volátil y denso, que representa peligro para el tejido humano y sus vapores irritan los ojos y la garganta.
Al menos 42 personas, entre ellas dos niños, fueron hospitalizadas hoy tras un derrame accidental de bromo en una estación ferroviaria de la ciudad rusa de Cheliábinsk, junto a los montes Urales, informó el Ministerio de Sanidad de Rusia.
"El estado de todos los hospitalizados es relativamente satisfactorio", señaló un comunicado de esa cartera citado por la agencia Interfax, que precisa que esos datos corresponden a la información que se tenía para las 17.00 hora de Moscú (13.00 GMT).
La alarma en la ciudad de los Urales se activó a primera hora de la mañana cuando la oficina regional de Emergencias fue avisada de que un vagón de un tren carga que se hallaba en la estación Cheliábinsk-Glavni despedía un fuerte mal olor, dijo un portavoz de ese servicio a la agencia oficial RIA-Nóvosti.
Inmediatamente, personal especializado acudió a esa estación, desenganchó el vagón y lo remolcó hasta una vía muerta, donde fue examinado.
En su interior había poco más de 6.000 envases de vidrio, de dos litros cada uno, que contenían bromo, de los cuales se habían roto de ocho a diez unidades.
El vagón fue conducido a una estación fuera de la ciudad, donde fue descontaminado.
La oficina de prensa de Ferrocarriles afirmó que la concentración de bromo en el aire no representaba peligro para la población de Cheliábinsk y las autoridades locales dieron por superado el incidente.
El derrame de bromo obligó a aplazar hasta mañana las ceremonias con motivo del comienzo del año escolar, que se inició hoy en toda Rusia.
Fuentes de los servicios de seguridad de Cheliábinsk indicaron a RIA-Nóvosti que más de un centenar de personas solicitó atención médica por molestias atribuibles al accidente.
A temperatura ambiente, el bromo es un líquido rojo, volátil y denso, que representa peligro para el tejido humano y sus vapores irritan los ojos y la garganta.
La Policía incoó un proceso penal por negligencia en el transporte de sustancias peligrosas, delito que en Rusia se castiga con hasta dos años de prisión. EFE
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