Solo en el mes de marzo, 24 personas han muerto en tiroteos en Estados Unidos.
Al menos cuatro personas fueron asesinadas hoy por un hombre armado en un centro de asistencia social a inmigrantes, en la localidad de Binghampton, en el estado de Nueva York (EEUU), donde tomó más de 20 rehenes.
Sin embargo, este no es el primer episodio de ese tipo en Estados Unidos. Desde año 2000, 16 matanzas han enlutado a la nación norteamericana.
El 28 de abril de 2000, cinco personas (dos asiáticos, un negro y dos indios) fueron asesinadas en diversos ataques en los suburbios de Pittsburgh (Pensilvania), al parecer por motivaciones raciales. El abogado blanco Richard Baumhammers fue detenido como sospechoso.
Ese año, la Navidad estuvo marcada por la tragedia. El 26 diciembre, siete empleados de una empresa de Internet murieron por los disparos con un fusil de asalto AK-47 de un compañero en Wakefield, en el estado de Massachussets.
En el 2002, el 28 de octubre Robert Flores, un veterano de la Guerra del Golfo y estudiante de la Universidad de Enfermería de Arizona, asesinó a una profesora y a otros dos docentes y después se suicidó.
Tres años, más tarde, el 21 de marzo, Jeffrey Weise, de 16 años, estudiante de secundaria de una escuela de Red Lake, en Minnesota, asesinó a siete personas en el centro de enseñanza, tras lo cual se suicidó. Poco antes había matado a sus abuelos.
Sólo un año después, el 2 de septiembre de 2006, Douglas W. Pennington, mató a tiros a sus dos hijos, de 24 y 26 años, en el campus de Shepherd University en Shepherdstown, Virginia Occidental, y luego se suicidó.
Unos días más tarde, el 27 de septiembre, Charles Carl Roberts asesinó a cinco niñas en una escuela Amish, en Pensilvania.
En el 2007, fueron cuatro las tragedias que conmocionaron a Estados Unidos. El 13 de febrero, el bosnio Sulejmen Talovic, de 18 años, mató a tiros a cinco personas en el centro comercial Trolley Square en Salt Lake City, tras lo que fue abatido por la Policía.
El 16 abril, el estudiante surcoreano Cho Seung Hui mató a 32 estudiantes y profesores en la Universidad Politécnica de Virginia y luego se suicidó. Este fue el suceso más grave de estas características registrado en un centro educativo en Estados Unidos.
Asimismo, el 7 de octubre, seis personas murieron en un tiroteo en una fiesta perpetrado por Tyler Peterson, un adjunto del "sheriff" del Condado de Oconto, en Wisconsin.
Además, el 5 diciembre, nueve personas murieron, incluido el agresor, y cinco resultaron heridas cuando un hombre de 20 años abrió fuego indiscriminadamente en un centro comercial de Omaha (Nebraska).
En el 2008, el 7 de febrero, seis personas murieron cuando un hombre irrumpió a tiros en una reunión en el ayuntamiento de Kirkwood, en el estado de Misuri (sur) y fue abatido.
El día del amor fue rondado por la sangre. El 14 febrero de ese año, un estudiante vestido de negro mató a tiros a seis personas e hirió a otras 15 en la Universidad del Norte de Illinois, tras lo que se suicidó.
Más adelante, el 2 de septiembre, un enfermo mental mató a seis personas, entre ellas un policía, en la localidad de Alger, en el estado de Washington.
Este año, ya cuatro tragedias han enlutado a Estados unidos. Marzo ha sido el mes más sangriento con 24 muertos en tres ataques.
El 5, un hombre con una pistola semiautomática mató a cinco personas, tres de ellas niños, en la ciudad de Cleveland (Ohio).
Unos días más tarde, el 10 de marzo, un hombre armado mató a diez personas, entre ellas su madre, sus abuelos y sus tíos y posteriormente se suicidó.
El 29 de marzo, al menos ocho personas murieron en un tiroteo en una residencia para ancianos y enfermos de Alzheimer en Carthage. El agresor resultó herido por la Policía.
Sin embargo, este no es el primer episodio de ese tipo en Estados Unidos. Desde año 2000, 16 matanzas han enlutado a la nación norteamericana.
El 28 de abril de 2000, cinco personas (dos asiáticos, un negro y dos indios) fueron asesinadas en diversos ataques en los suburbios de Pittsburgh (Pensilvania), al parecer por motivaciones raciales. El abogado blanco Richard Baumhammers fue detenido como sospechoso.
Ese año, la Navidad estuvo marcada por la tragedia. El 26 diciembre, siete empleados de una empresa de Internet murieron por los disparos con un fusil de asalto AK-47 de un compañero en Wakefield, en el estado de Massachussets.
En el 2002, el 28 de octubre Robert Flores, un veterano de la Guerra del Golfo y estudiante de la Universidad de Enfermería de Arizona, asesinó a una profesora y a otros dos docentes y después se suicidó.
Tres años, más tarde, el 21 de marzo, Jeffrey Weise, de 16 años, estudiante de secundaria de una escuela de Red Lake, en Minnesota, asesinó a siete personas en el centro de enseñanza, tras lo cual se suicidó. Poco antes había matado a sus abuelos.
Sólo un año después, el 2 de septiembre de 2006, Douglas W. Pennington, mató a tiros a sus dos hijos, de 24 y 26 años, en el campus de Shepherd University en Shepherdstown, Virginia Occidental, y luego se suicidó.
Unos días más tarde, el 27 de septiembre, Charles Carl Roberts asesinó a cinco niñas en una escuela Amish, en Pensilvania.
En el 2007, fueron cuatro las tragedias que conmocionaron a Estados Unidos. El 13 de febrero, el bosnio Sulejmen Talovic, de 18 años, mató a tiros a cinco personas en el centro comercial Trolley Square en Salt Lake City, tras lo que fue abatido por la Policía.
El 16 abril, el estudiante surcoreano Cho Seung Hui mató a 32 estudiantes y profesores en la Universidad Politécnica de Virginia y luego se suicidó. Este fue el suceso más grave de estas características registrado en un centro educativo en Estados Unidos.
Asimismo, el 7 de octubre, seis personas murieron en un tiroteo en una fiesta perpetrado por Tyler Peterson, un adjunto del "sheriff" del Condado de Oconto, en Wisconsin.
Además, el 5 diciembre, nueve personas murieron, incluido el agresor, y cinco resultaron heridas cuando un hombre de 20 años abrió fuego indiscriminadamente en un centro comercial de Omaha (Nebraska).
En el 2008, el 7 de febrero, seis personas murieron cuando un hombre irrumpió a tiros en una reunión en el ayuntamiento de Kirkwood, en el estado de Misuri (sur) y fue abatido.
El día del amor fue rondado por la sangre. El 14 febrero de ese año, un estudiante vestido de negro mató a tiros a seis personas e hirió a otras 15 en la Universidad del Norte de Illinois, tras lo que se suicidó.
Más adelante, el 2 de septiembre, un enfermo mental mató a seis personas, entre ellas un policía, en la localidad de Alger, en el estado de Washington.
Este año, ya cuatro tragedias han enlutado a Estados unidos. Marzo ha sido el mes más sangriento con 24 muertos en tres ataques.
El 5, un hombre con una pistola semiautomática mató a cinco personas, tres de ellas niños, en la ciudad de Cleveland (Ohio).
Unos días más tarde, el 10 de marzo, un hombre armado mató a diez personas, entre ellas su madre, sus abuelos y sus tíos y posteriormente se suicidó.
El 29 de marzo, al menos ocho personas murieron en un tiroteo en una residencia para ancianos y enfermos de Alzheimer en Carthage. El agresor resultó herido por la Policía.
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