Visitas a urgencias por intentos suicidas ascendieron un 22 %; un 14 % por ansiedad y un 6 % por abusar del alcohol y las drogas, indicó el psiquiatra Luis Caballero.
La crisis económica está causando problemas psiquiátricos de personas que acuden a los hospitales por intentos de suicidio, ansiedad y abuso de alcohol y drogas, según un estudio realizado en un hospital español.
El psiquiatra Luis Caballero presentó hoy ese análisis retrospectivo en el VII Seminario Lundbeck sobre ansiedad y depresión, celebrado en la isla mediterránea española de Ibiza.
La investigación se ha realizado en el Hospital La Paz de Madrid, entre unos 6.000 pacientes atendidos desde junio de 2007 hasta diciembre desde 2009 en las urgencias psiquiátricas.
Caballero informó de que, en plena crisis, se registró un incremento de casi el 50 por ciento de enfermos con respecto a los dos años anteriores, si bien matizó que podría haber aumentado también el número por cuestiones administrativas.
No obstante, el psiquiatra recalcó que las visitas a urgencias por intentos suicidas ascendieron un 22 por ciento; un 14 por ciento por ansiedad y un 6 por ciento por abusar del alcohol y las drogas.
En el periodo de marzo a junio, coincidiendo con el inicio de los problemas económicos, hubo entre los atendidos "más referencias al desempleo, al impago de deudas y a la pérdida de estatus social".
Se estima que en España seis millones de personas sufren depresión, entre un 10 y 15 por ciento de la población, aunque la mitad de ellas está sin diagnosticar, en tanto que la ansiedad afecta hasta a un 9 por ciento.
La depresión constituye la segunda causa de baja laboral y el gasto de esta patología alcanza un total de 23.000 millones de euros (28.500 millones de dólares) anuales para el conjunto del país.
El doctor Enric Álvarez, director del Servicio de Psiquiatría del Hospital Santa Creu i Sant Pau (Barcelona, noreste), señaló que, aunque la prevalencia de casos de depresión diagnosticados no aumentará con la crisis, sí lo hacen -y mucho- las consultas por lo que podría llamarse coloquialmente una "depre coyuntural".
Lo que sí se agudiza es el "revestimiento" de las consultas, esgrimió Álvarez, porque los pacientes "están peor" y las patologías asociadas a su estado depresivo "se agravan y profundizan".
Por su parte, el doctor Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Miguel Servet y Universidad de Zaragoza (norte) dijo que hay "más casos de ansiedad con la crisis inicialmente pero algunos ya se están transformando en depresiones", al lamentar una situación que podría agravarse a medida que se prolonguen las dificultades económicas y laborales.
El experto cree, no obstante, que se asiste actualmente a una creciente "psiquiatrización" de la vida diaria y a un "sobrediagnóstico del malestar normal de la vida".
"Hay una escasa tolerancia al sufrimiento normal de la vida, una visión pasiva del mundo donde se persiguen soluciones rápidas que no requieran esfuerzo por parte de la persona", apuntó Campayo, para quien la crisis pondrá a prueba la resistencia de los españoles.
EFE
El psiquiatra Luis Caballero presentó hoy ese análisis retrospectivo en el VII Seminario Lundbeck sobre ansiedad y depresión, celebrado en la isla mediterránea española de Ibiza.
La investigación se ha realizado en el Hospital La Paz de Madrid, entre unos 6.000 pacientes atendidos desde junio de 2007 hasta diciembre desde 2009 en las urgencias psiquiátricas.
Caballero informó de que, en plena crisis, se registró un incremento de casi el 50 por ciento de enfermos con respecto a los dos años anteriores, si bien matizó que podría haber aumentado también el número por cuestiones administrativas.
No obstante, el psiquiatra recalcó que las visitas a urgencias por intentos suicidas ascendieron un 22 por ciento; un 14 por ciento por ansiedad y un 6 por ciento por abusar del alcohol y las drogas.
En el periodo de marzo a junio, coincidiendo con el inicio de los problemas económicos, hubo entre los atendidos "más referencias al desempleo, al impago de deudas y a la pérdida de estatus social".
Se estima que en España seis millones de personas sufren depresión, entre un 10 y 15 por ciento de la población, aunque la mitad de ellas está sin diagnosticar, en tanto que la ansiedad afecta hasta a un 9 por ciento.
La depresión constituye la segunda causa de baja laboral y el gasto de esta patología alcanza un total de 23.000 millones de euros (28.500 millones de dólares) anuales para el conjunto del país.
El doctor Enric Álvarez, director del Servicio de Psiquiatría del Hospital Santa Creu i Sant Pau (Barcelona, noreste), señaló que, aunque la prevalencia de casos de depresión diagnosticados no aumentará con la crisis, sí lo hacen -y mucho- las consultas por lo que podría llamarse coloquialmente una "depre coyuntural".
Lo que sí se agudiza es el "revestimiento" de las consultas, esgrimió Álvarez, porque los pacientes "están peor" y las patologías asociadas a su estado depresivo "se agravan y profundizan".
Por su parte, el doctor Javier García Campayo, psiquiatra del Hospital Miguel Servet y Universidad de Zaragoza (norte) dijo que hay "más casos de ansiedad con la crisis inicialmente pero algunos ya se están transformando en depresiones", al lamentar una situación que podría agravarse a medida que se prolonguen las dificultades económicas y laborales.
El experto cree, no obstante, que se asiste actualmente a una creciente "psiquiatrización" de la vida diaria y a un "sobrediagnóstico del malestar normal de la vida".
"Hay una escasa tolerancia al sufrimiento normal de la vida, una visión pasiva del mundo donde se persiguen soluciones rápidas que no requieran esfuerzo por parte de la persona", apuntó Campayo, para quien la crisis pondrá a prueba la resistencia de los españoles.
EFE
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