Famosa por sus declaraciones y comportamientos soeces, Jade Goody vendió la transmisión de su boda y su muerte por más de un millón de dólares.
Jade Goody, una británica de 27 años que se convirtió en celebridad en el Reino Unido tras participar en el programa de televisión "Gran Hermano", ha venido por 1 millón de libras (1,45 millones de dólares) la exclusiva de sus últimos días de vida tras serle diagnosticado un cáncer terminal.
A Goody le quedan pocos meses de vida a causa de un cáncer cervical que se le detectó demasiado tarde y ha decidido que vivirá de cara al público sus últimos días de vida y contará todos los detalles de su agonía a varios medios sensacionalistas.
De momento, ya ha contado que está muriendo y antes del momento quiere casarse de blanco con su novio y destinar el dinero por las exclusivas a sus hijos, de 5 y 4 años, con lo cual podrán financiarse la educación que ella no tuvo.
También ha vendido los derechos a una revista para que fotografíen el bautizo de sus dos hijos.
"Quiero que mis dos preciosos hijos sean bautizados, para que cuando yo me muera sepan que su mamá está en el cielo", dijo hace unos días al periódico sensacionalista "Sunday Mirror".
Su historia ha conmocionado al Reino Unido, más allá del pudor que pueda suscitar la narración pública de su enfermedad y de su muerte, por la sinceridad que ha expresado Goody a la hora de hablar de su situación y de reconocer que cobrará todo el dinero que pueda.
"Soy una ignorante pero mis niños no lo serán. Tendrán la mejor educación y sabrán que es todo gracias a su mamá", afirmó.
La boda con su novio Jack Tweed, de 21 años, se celebrará este fin de semana y será filmada por una cadena de televisión, que anunció que la emitirá a mediados de marzo como colofón a los episodios previos que emitirá sobre la enfermedad de Goody.
Los tabloides ofrecen estos días detalles sobre el vestido de novia y sobre el empeño de la novia, que está hospitalizada en Londres y necesita una silla de ruedas para moverse, de poder caminar hasta el altar para dar el "sí, quiero".
El relacionista público de Goody, que desde su participación hace unos años en "Gran Hermano" ha vivido de su popularidad y de vender exclusivas sobre su vida privada, aseguró hoy que "no se filmará la muerte de Jade. Es algo que ni siquiera se ha considerado".
Su situación ha superado el ámbito del cotilleo de los famosos, hasta el punto de que el primer ministro británico, Gordon Brown, habló hoy de su situación al ser preguntado durante una rueda de prensa convocada para hablar de la crisis económica.
"Es muy triste y desde luego trágico que alguien tan joven tenga esta enfermedad mortal y es muy triste que no haya tenido éxito el tratamiento que ha recibido", dijo Brown.
Sobre su decisión de vivir la agonía ante el ojo público, el primer ministro manifestó: "creo que cada uno tiene sus propia manera de afrontar estos problemas y su decisión de ayudar a su familia es algo que tenemos que aplaudir".
EFE
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