El hombre atlético de 25 años ha visitado 48 países y trepado más de 200 estructuras. Esta vez escaló sin protección en unos veinte minutos los doce pisos del edificio de uno de los principales bancos del país.
Pavel Gogulan es conocido como el "Spiderman ruso" y ha captado la atención de cientos de transeúntes al escalar un edificio emblemático de la ciudad de Medellín en Colombia.
El hombre atlético de 25 años ha visitado 48 países y trepado más de 200 estructuras. Esta vez escaló sin protección en unos veinte minutos los doce pisos del edificio de uno de los principales bancos del país.
Gogulan fue celebrado por la gente que lo vio trepar el inmueble; pero también provocó la indignación de los guardias de seguridad del edificio, quienes lo esperaban en el techo para detenerlo.
El "Spiderman ruso" fue detenido
La policía de Medellín lo detuvo por el delito de violación en habitación ajena, que se penaliza en ocasiones con una multa, dijo a la AFP una fuente policial.
"La policía no me dijo nada, solo que el banco es un poco diferente de un edificio (cualquiera), porque (es) más importante", explicó Gogulan a la AFP en su incipiente español.
Aunque en un principio le advirtieron que lo deportarían a Rusia, finalmente lo dejaron ir sin ninguna sanción, afirmó. "Es normal (ese tipo de) cosas para un escalador", agregó el deportista. En México fue capturado por las mismas razones y expulsado a Guatemala.
Su hobby es escalar edificios
Gogulan, que llegó a Colombia hace cerca de dos semanas desde Ecuador como parte de una gira por Latinoamérica, había reconocido minutos antes de empezar el nuevo desafío, cerca de las once de la mañana, que temía que los guardias del banco lo detuvieran por pensar que los estaba robando.
"No siento nervios, (pero) no se qué (hará la) seguridad conmigo", apuntó. A diferencia del superhéroe creado por Stan Lee, Gogulan subió las paredes sin uniforme, solo con una pantaloneta roja y unos zapatos. Fue su segunda odisea en Colombia, pues la semana pasada también fue detenido cuando escalaba otro inmueble en Medellín.
Este historiador tatuado nacido en San Petersburgo abocó hace cinco años sus energías a ascender cuanta construcción de alta envergadura se cruza por su camino, incluidas grúas. Su hobby lo ha llevado como mochilero por medio centenar de países, donde ha sobrevivido quedándose en casas de desconocidos. A veces recolecta dinero de sus aficionados. "No me importan otras cosas, me importa solo la gente", señaló.
(Con información de AFP)
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