Desde el 1 de enero, Francia aplica test aleatorios a las personas que llegan de China en avión y en el caso de dar positivo se les dan consignas para que se aíslen.
Francia justificó este martes los test de covid que se van a imponer a los viajeros procedentes de China y los que ya se hacen al aterrizar sus vuelos pese a las amenazas de Pekín, para poder supervisar la marcha de la epidemia.
"Nuestro objetivo es poder vigilar la evolución de la epidemia", subrayó la primera ministra francesa, Elisabeth Borne, en una entrevista a la emisora de radio France Info, en la que recordó que se trata de secuenciar el virus para aquellas personas que den positivo a su llegada a Francia.
Interrogada sobre la reacción de las autoridades chinas, que han criticado a los países que exigen test a los viajeros procedentes de China y han avisado de que podrían tomar represalias contra ellos, la primera ministra afirmó que "estamos en nuestro papel de proteger a los franceses".
Desde el 1 de enero, Francia aplica test aleatorios a las personas que llegan de China en avión y en el caso de dar positivo se les dan consignas para que se aíslen y se examina el virus para comprobar cuál es la variante de la COVID-19 con la que están contaminados.
El ministro de Sanidad, François Braun, puntualizó el domingo que "este control a la llegada no es un control que impida a los ciudadanos entrar en nuestro territorio, sino un control más científico que va a permitirnos seguir de forma extremadamente precisa las diferentes variantes".
Además, a partir del jueves, las personas que embarquen en China con destino a Francia (incluso en un vuelo con escala) tendrán que presentar un test negativo realizado 48 horas antes.
China rechaza test
El gobierno chino condenó el martes la imposición de tests de la COVID-19 por parte de una docena de países a los viajeros procedentes de China, advirtiendo de que podría tomar "contramedidas" en represalia.
"Algunos países han establecido restricciones de entrada dirigidas exclusivamente a los viajeros chinos. Esto no tiene base científica y algunas prácticas son inaceptables", declaró Mao Ning, una portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, añadiendo que China podría "tomar contramedidas, basadas en el principio de reciprocidad".
China mantiene sus fronteras prácticamente cerradas a los extranjeros desde 2020. El país no expide visados turísticos desde hace casi tres años e impone una cuarentena obligatoria a la llegada.
EFE
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