Willy Bardon tomó un producto tóxico mientras los familiares de la víctima lloraban y se abrazaban. Elodie Kulik, una empleada bancaria de 24 años, fue secuestrada, violada y quemada en enero de 2002 en el norte de Francia.
Un hombre de 45 años, condenado el viernes por la noche en Francia a 30 años de prisión por el secuestro y muerte de una joven en 2002, ingirió un producto tóxico tras escuchar el veredicto y está en el hospital en estado grave.
Pocos segundos después que la presidenta del tribunal criminal de Amiens (norte) pronunciara la sentencia, Willy Bardon tomó un comprimido y el contenido de una botella de agua, mientras que los familiares de la víctima lloraban y se abrazaban, aliviados por la condena.
"Su pronóstico vital sigue siendo reservado", declaró a la AFP el fiscal de Amiens, Alexandre de Bosschère, añadiendo que, "según los familiares y los análisis realizados, absorbió un producto pesticida". "No nos explicamos cómo pudo ocultarlo porque había sido registrado", agregó.
Este hecho ocurrió al cabo de 13 días de audiencias en las que participaron 47 testigos y peritos. Los miembros del jurado condenaron al acusado por violación, pero lo absolvieron del cargo de "asesinato".
Elodie Kulik, una empleada bancaria, de 24 años, fue secuestrada, violada, estrangulada y quemada en enero de 2002 en el norte de Francia. Antes de morir, la joven llamó al 911, el número de emergencia, y la escalofriante grabación de 26 segundos fue considerada como la pieza central del caso.
Otro presunto implicado, Grégory Wiart, falleció en 2003. Su ADN se encontró en la escena del crimen y su participación en él es "innegable", según las conclusiones de la investigación. Pero el juicio debía evaluar la culpabilidad de Willy Bardon. Seis testigos afirmaron que reconocían su voz en la banda sonora.
A lo largo de todo el juicio, el acusado permaneció inmóvil en el banquillo, negando su participación.
(Con información de AFP)
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