El jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, defendió que la causa está enteramente en manos del Poder Judicial y "nadie puede decir que hay intromisión del Ejecutivo".
El Gobierno argentino afirmó hoy que la oposición hace acusaciones sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman sin aportar pruebas y para "generar zozobra", ante el anuncio de dos legisladores opositores de que denunciaran a la presidenta Cristina Fernández por encubrimiento en ese caso.
En declaraciones a los medios, el secretario general de Presidencia, Aníbal Fernández, sostuvo que "hay que tomar en chiste" la denuncia que tienen previsto presentar hoy los diputados opositores Elisa Carrión y Fernando Sánchez (Coalición Cívica ARI).
La denuncia alcanza también al propio Aníbal Fernández, al jefe del Ejército, César Milani, y a la procuradora general (jefa de los fiscales), Alejandra Gils Carbó, según anunciaron este jueves los diputados en un comunicado.
"Está sucia como una papa", dijo hoy el secretario de Presidencia en referencia a Carrió.
Sánchez y Carrió acusan al Gobierno de encubrir lo que ellos dan por sentado que es un "crimen", en relación a la muerte de Nisman, de hacer inteligencia ilegal, de intromisiones graves en el desempeño del Poder Judicial y de asociación ilícita para la comisión de estos delitos, entre otros.
Alberto Nisman, que investigaba un atentado contra intereses judíos que causó 85 muertos en 1994, murió de un tiro en la cabeza en su vivienda, el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina por presunto encubrimiento de los iraníes sospechosos de ser los autores de ese acto terrorista.
Las circunstancias de la muerte aún no se han aclarado pese a que la investigación, plagada de confusiones y contradicciones, apunta a que el disparo que lo mató se realizó a no más de un centímetro con el arma encontrada junto a su cadáver.
El único imputado hasta ahora es Diego Lagomarsino, el informático que trabajaba con Nisman y que le entregó el arma que acabó con su vida.
"Debe tener pruebas para demostrar que hay un asesinato. Habría que pedir que esas pruebas fueran aportadas", consideró hoy Aníbal Fernández, quien acusó a la oposición de "generar zozobra en la sociedad".
Por su parte, el jefe de Gabinete del Gobierno argentino, Jorge Capitanich, defendió hoy que la causa está enteramente en manos del Poder Judicial y "nadie puede decir que hay intromisión del Poder Ejecutivo".
Como muestra de la voluntad del Ejecutivo de que no exista "ocultamiento de la información", Capitanich resaltó el gesto "inédito" realizado este jueves por la presidenta al relevar de la obligación de guardar secreto al exjefe de operaciones de los servicios de inteligencia Antonio "Jaime" Stiuso.
Stiuso, relevado de su cargo por el Gobierno el pasado diciembre, fue señalado por la presidenta como el responsable de una maniobra de desestabilización del Gobierno que incluiría la muerte del fiscal Nisman.
El fallecido fiscal y Stiuso, considerado uno de los hombres más poderosos de los servicios secretos argentinos, eran estrechos colaboradores en la investigación de la causa por el atentado de 1994.
EFE
Comparte esta noticia