Es la tercera vez desde 2018 que se presenta esta proposición de ley que no solo despenaliza la eutanasia, sino que la convierte en "un nuevo derecho individual".
El gobierno español espera obtener este martes en el Congreso de los diputados la luz verde para empezar a tramitar una ley prometida hace dos años reconociendo el derecho a la eutanasia en estrictas condiciones, rechazada por la derecha y la iglesia. En principio, la cámara votará a favor de la tramitación de la ley, que después deberá ser debatida en profundidad y aprobada por el Congreso y el Senado, un proceso que tomará meses.
"No hay tiempo que perder. España debe dar este paso. Reconozcamos el derecho a una muerte digna", tuiteó el socialista Pedro Sánchez, que gobierna en coalición con la izquierda radical Podemos. La ley ahorrará "el sufrimiento de miles de personas", agregó.
¿Qué establece la ley?
Es la tercera vez desde 2018 que los socialistas presentan esta proposición de ley que no solo despenaliza la eutanasia, sino que la convierte en "un nuevo derecho individual". Las dos tentativas anteriores cayeron en saco roto por la disolución del Parlamento para convocar elecciones.
El texto prevé que quienes sufran una enfermedad grave, invalidante o incurable que les causa un sufrimiento intolerable puedan ser auxiliados para morir si ellos lo solicitan. La demanda debe realizarse por escrito, repetirse quince días más tarde y ser aceptada sucesivamente por dos médicos y revisada por una comisión.
La ley contempla el derecho a la "objeción de conciencia" para los sanitarios que no quieran participar en la eutanasia. "Tenemos grandes expectativas con que esta vez (...) la ley salga adelante" y entre en vigor a final de año, declaró el lunes el doctor Fernando Marín, de la asociación Derecho a Morir Dignamente.
Apoyo y rechazo
Los partidos de gobierno, sus aliados nacionalistas e independentistas y los liberales de Ciudadanos se posicionan a favor del texto, formando una amplia mayoría. Los conservadores del Partido Popular (PP) y la extrema derecha de Vox, segunda y tercera fuerza, la rechazan.
El PP, así como la Iglesia católica, consideran que los cuidados paliativos son suficientes en estas situaciones. "Provocar la muerte de manera activa nunca es una buena solución", dijo el martes el secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello. Actualmente, la ayuda al suicidio y la eutanasia conllevan entre dos y diez años de cárcel, penas que pueden reducirse si la persona sufría una enfermedad grave y pidió morir.
El debate llega 22 años después de la muerte del español Ramón Sampedro, tetrapléjico desde los 25 años, que pasó 29 años reclamando el derecho a la eutanasia. Una amiga suya admitió ante la justicia haber asistido en su suicidio en 1998. La historia inspiró la película "Mar Adentro" del chilenoespañol Alejandro Amenábar, ganadora de un Oscar en 2005.
(Con información de AFP)
Comparte esta noticia