"El país está un poco cansado, incluso de esta ayuda permanente que muchas veces se presta para intervencionismo, más que como una ayuda real", señaló Angelica Rojas.
La voluntaria chilena en Haití Angélica Rojas aseguró hoy desde la capital, Puerto Príncipe, la dura realidad que vive la gente de ese país después de un año del devastador terremoto.
"En este momento lo que se necesitan son manos, manos que puedan venir a construir, voluntarios a remover escombros, a cuidar gente y a traer un poco de esperanza", afirmó Rojas en declaraciones a Radio Cooperativa.
Justo en el día que se cumple un año del devastador sismo que cobró la vida de cerca de 300.000 personas, la voluntaria de la Fundación América Solidaria recalcó que "acá sales a la calle y todo sigue en el suelo".
"El país está un poco cansado, incluso de esta ayuda permanente que muchas veces se presta para intervencionismo, más que como una ayuda real", agregó la chilena que ha tenido que lidiar, además, con una epidemia de cólera, la falta de viviendas, la violencia y montañas de escombros.
En esta misma línea, el director del PNUD para América Latina y el Caribe, Heraldo Muñoz, consideró hoy en una rueda de prensa, que no se ha progresado "con toda la celeridad que la comunidad internacional desearía" en los trabajos de reconstrucción.
El también subsecretario General de ONU, explicó a los periodistas presentes en la sede del PNUD en Santiago, que esta ralentización en las labores de reconstrucción del país se deben, especialmente, a las circunstancias que rodean a la población haitiana: la pobreza y la marginalidad.
Muñoz explicó, además, que las labores de reconstrucción han sido difíciles, porque, entre otras circunstancias, la cantidad de escombros fue "diez veces mayor" que la que se produjo en la caída de las torres gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre de 2001.
Unas tareas de remoción que en el caso de Estados Unidos demoraron más de dos años. "Y hablamos de la capital más avanzada del mundo y con la mejor tecnología", apostilló Muñoz.
En el caso de Haití, los obstáculos son "más poderosos", afirmó el encargado del PNUD para América Latina y el Caribe, porque el país caribeño debe enfrentar más de diez millones de metros cúbicos de escombros, además de áreas densamente pobladas donde no es fácil utilizar maquinaria pesada.
EFE
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