Los cuerpos se hallaban boca abajo con las manos atadas. En la víspera se halló una persona decapitada a unos 8 kilómetros de donde se encontraron los cadáveres.
Los cadáveres de siete
personas fueron encontrados hoy acribillados en el estado de
Chihuahua, norte de México, informó la policía.
Personal militar localizó esta mañana los cuerpos sin vida de siete hombres en un punto de la carretera entre Parral y Ciudad Juárez, a unos 570 kilómetros al suroeste de esta última ciudad, confirmaron a Efe fuentes de la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua.
El hallazgo ocurrió en el kilómetro 158 de la carretera que conduce a la capital del estado, donde fueron encontrados los restos de siete hombres boca abajo con las manos atadas.
Todos ellos presentaban impactos producidos por arma de fuego, agregaron las mismas fuentes.
El suceso se suma al hallazgo de una persona decapitada ayer a unos ocho kilómetros del punto donde hoy se encontraron los siete cadáveres, con las manos atadas o esposadas a la espalda y con siete casquillos percutidos cerca del cuerpo.
Se presume que todas estas personas forman parte de un grupo que fue secuestrado el pasado fin de semana en Hidalgo de Parral.
Las autoridades no han podido confirmar si ambos casos están relacionados.
También en Chihuahua un autobús de pasajeros fue acribillado ayer cerca del poblado de Puerto Justo, próximo a Parral, un suceso que dejó como resultado un menor de edad muerto y seis heridos.
A este suceso hay que sumar la desaparición ayer del comandante de la policía estatal de Sinaloa en Angostura, Jesús Raúl Arce.
Un portavoz de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa dijo a Efe que el mando fue secuestrado ayer en su domicilio y aún se desconoce su paradero.
Otros dos policías que fueron plagiados en una comisaría de la misma localidad permanecieron secuestrados varias horas, pero posteriormente quedaron libres.
También en el mismo estado de Sinaloa unas cincuenta personas, integrantes de dos grupos armados aún no identificados, se enfrentaron en el municipio de Burrión, lo que dejó un saldo de un muerto.
El subprocurador de Justicia del estado, Rolando Bon, señaló que policías del municipio se desplazaron al lugar de los hechos, pero tuvieron que replegarse ante el poder de fuego de los presuntos sicarios.
En el lugar fueron confiscados siete vehículos abandonados, marcados algunos con una letra X, y se hallaron casquillos de balas usadas fusiles AK-47 y de otros calibres, indicó Bon.
Estos ataques se suman al que el pasado 4 de diciembre dejó quince muertos en Monterrey, norte de México, en enfrentamientos y un rescate de sicarios perpetrados por un grupo armado.
A ello hay que sumar otras diez muertes sucedidas ayer en Durango, y varios ataques con bombas en Sonora, estados todos ellos en el norte del país, donde la violencia parece haberse recrudecido en los últimos días.
La ola de violencia que afecta a México se ha cobrado la vida de 7.056 personas en lo que va de año, según datos extraoficiales publicados hoy por el periódico El Universal. EFE
Personal militar localizó esta mañana los cuerpos sin vida de siete hombres en un punto de la carretera entre Parral y Ciudad Juárez, a unos 570 kilómetros al suroeste de esta última ciudad, confirmaron a Efe fuentes de la Procuraduría General de Justicia de Chihuahua.
El hallazgo ocurrió en el kilómetro 158 de la carretera que conduce a la capital del estado, donde fueron encontrados los restos de siete hombres boca abajo con las manos atadas.
Todos ellos presentaban impactos producidos por arma de fuego, agregaron las mismas fuentes.
El suceso se suma al hallazgo de una persona decapitada ayer a unos ocho kilómetros del punto donde hoy se encontraron los siete cadáveres, con las manos atadas o esposadas a la espalda y con siete casquillos percutidos cerca del cuerpo.
Se presume que todas estas personas forman parte de un grupo que fue secuestrado el pasado fin de semana en Hidalgo de Parral.
Las autoridades no han podido confirmar si ambos casos están relacionados.
También en Chihuahua un autobús de pasajeros fue acribillado ayer cerca del poblado de Puerto Justo, próximo a Parral, un suceso que dejó como resultado un menor de edad muerto y seis heridos.
A este suceso hay que sumar la desaparición ayer del comandante de la policía estatal de Sinaloa en Angostura, Jesús Raúl Arce.
Un portavoz de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa dijo a Efe que el mando fue secuestrado ayer en su domicilio y aún se desconoce su paradero.
Otros dos policías que fueron plagiados en una comisaría de la misma localidad permanecieron secuestrados varias horas, pero posteriormente quedaron libres.
También en el mismo estado de Sinaloa unas cincuenta personas, integrantes de dos grupos armados aún no identificados, se enfrentaron en el municipio de Burrión, lo que dejó un saldo de un muerto.
El subprocurador de Justicia del estado, Rolando Bon, señaló que policías del municipio se desplazaron al lugar de los hechos, pero tuvieron que replegarse ante el poder de fuego de los presuntos sicarios.
En el lugar fueron confiscados siete vehículos abandonados, marcados algunos con una letra X, y se hallaron casquillos de balas usadas fusiles AK-47 y de otros calibres, indicó Bon.
Estos ataques se suman al que el pasado 4 de diciembre dejó quince muertos en Monterrey, norte de México, en enfrentamientos y un rescate de sicarios perpetrados por un grupo armado.
A ello hay que sumar otras diez muertes sucedidas ayer en Durango, y varios ataques con bombas en Sonora, estados todos ellos en el norte del país, donde la violencia parece haberse recrudecido en los últimos días.
La ola de violencia que afecta a México se ha cobrado la vida de 7.056 personas en lo que va de año, según datos extraoficiales publicados hoy por el periódico El Universal. EFE
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