Los hermanos Erik y Lyle Menéndez fueron condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1989. La muerte a tiros del magnate de la música José Menéndez y su esposa Kitty en su casa de Beverly Hills, y los posteriores juicios televisados de sus hijos, acapararon titulares a principio de los años 1990.
La tarde del 20 de agosto de 1989, Lyle y Erik Menéndez, de 21 y 18 años, respectivamente, asesinaron a balazos a sus padres, José y Kitty Menéndez, en su casa de Beverly Hills, California (Estados Unidos), con unas escopetas que habían comprado días antes.
Los dos hijos, que inicialmente no fueron considerados sospechosos, desviaron la atención de los investigadores y acusaron del crimen a la mafia, pero una denuncia reveló la confesión del asesinato, grabada durante las sesiones con un psicoterapeuta. En 1990, Erik había contado el crimen a su psquiatra, quien acudió a la Policía para delatarlos tras haber sido amenazado por Lyle.
Los juicios
Durante el primer juicio enormemente mediático, en 1993, los fiscales argumentaron que ambos hombres conspiraron para acabar con la vida de sus padres ricos en un intento por acelerar una herencia por 14 millones de dólares. Señalaron que, en los meses posteriores a la muerte de sus padres, los hermanos llevaron una vida de despilfarro en la compra de relojes Rolex, coches u propiedades de lujo.
Sin embargo, la defensa se basó en que los hermanos habrían sido víctimas de abuso sexual y físico continuo por parte de su padre, y del silencio cómplice de su madre, por lo que estallaron después de años de sufrimiento.
Los hermanos no fueron condenados en primera instancia, porque el jurado se estancó sin la unanimidad necesaria para pronunciar su veredicto.
En 1996, un segundo juicio en el que el juez se negó a examinar numerosos elementos relacionados con agresión sexual concluyó con su condena a cadena perpetua irreductible por asesinato premeditado.
¿Quiénes fueron José y Kitty Menéndez?
El padre de la familia era José Menéndez, inmigrante cubano impulsado por el sueño americano, que amasó una fortuna y fue vicepresidente de la empresa de alquiler de autos Hertz y luego director de operaciones del sello discográfico RCA.
Kitty fue una reina de belleza y se conoció con José a inicios de los años sesenta en una clase de debate en Southern Illinois University de Carbondale. Trabajó como profesora, y se casó con José en 1963. Dejó la profesión de la docencia tras el nacimiento de Lyle y Erik.
Diversos medios norteamericanos reportaron que José tuvo aventuras durante su matrimonio con Kitty.
La serie de Netflix
El caso volvió a cobrar atención pública este año con el estreno el 19 de septiembre de 'Monsters: The Lyle and Erik Menéndez Story' (Monstruos: La historia de Lyle y Erik Menéndez'), la serie de Netflix que relata la historia del asesinato y el juicio. El español Javier Bardem interpreta a José Menéndez.
Familiares de los hermanos Lyle y Erik Menéndez pidieron su liberación, en momentos en que el interés por su caso ha resurgido gracias a la serie de Netflix.
"A medida que salían a la luz los detalles de los abusos sufridos por Lyle y Eric, quedaba claro que sus acciones, aunque trágicas, eran la respuesta desesperada de dos niños que intentaban sobrevivir a la crueldad indescriptible de su padre", dijo Joan VanderMolen, su tía de 92 años.
"Lyle y Erik ya han pagado un precio muy alto, desechados por un sistema que no supo reconocer su dolor", añadió en una rueda de prensa.
Nuevos elementos: posibilidad a una nueva sentencia
Ambas producciones han sido ampliamente comentadas y replicadas por en TikTok e Instagram, y provocaron una amplia movilización digital a favor de los dos hermanos, que ya completan 35 años en prisión.
El nuevo examen al caso reveló nuevos elementos, como una carta en la que Erik le cuenta a una prima sobre las agresiones sexuales de su padre, o el testimonio de un artista en el que dice haber sido drogado y violado por José Menéndez en los años 80.
El fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, dijo que su recomendación solo sería para una nueva sentencia por asesinato en un grado menor, un cargo que podría acarrear una pena desde 50 años de prisión hasta cadena perpetua.
Por otro lado, el abogado de los hermanos, Mark Geragos, destacó la pasada semana que durante su tiempo en prisión los hermanos crearon programas para asesorar y guiar a otros reclusos y fueron parte de la primera clase de 22 prisioneros que obtuvieron su título universitario mientras estaban encarcelados.
Estos hechos podrían también servir a los abogados de los Menéndez para considerar la reapertura del caso por buena conducta, otra de las vías que estudia el equipo legal de los acusados para reducir su condena o solicitar su puesta en libertad.
La familia de los Menéndez también abrió un sitio en internet para buscar apoyo social en la liberación de los dos hermanos, de raíces cubanas.
"La decisión final la tomará el juez", aclaró.
"Sin embargo, debido a su edad, bajo la ley, al tener menos de 26 años al momento de los crímenes, ellos serían elegibles para libertad condicional de forma inmediata", explicó.
(Con información de EFE, AFP, BBC)
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