Los rebeldes se negaron a satisfacer la petición de Saif al Islam y decidieron tratarlo como un prisionero de guerra.
Saif al Islam, hijo del difunto dictador libio Muamar el Gadafi Saif, pidió a los rebeldes que lo detuvieron que acabaran con su vida con un tiro en la cabeza, según uno de los dirigentes de la brigada rebelde.
Según indica El Mundo en su portal de internet, los rebeldes se negaron a satisfacer la petición del detenido y decidieron tratarlo como un prisionero de guerra.
"Said al Islam pidió ser ejecutado de un disparo en la cabeza, pero nosotros decidimos contactar con la base aérea de Trípoli para que enviara un avión con el que pudiéramos evacuarlo vivo y en buen estado de salud hacia Zintan", dijo uno de los dirigentes de la brigada rebelde que lo detuvo, Ali al Atiri.
Al Atiri ha explicado que la brigada que dirige había viajado a la región de Obari, 800 kilómetros al sur de Trípoli, en una misión de seguridad para vigilar el triángulo fronterizo entre Argelia, Libia y Níger.
Saif al Islam al Gadafi fue capturado en el sur de Libia por una brigada de milicianos, informaron fuentes militares del Consejo Nacional de Transición.
Saif, llamado a suceder al fallecido coronel Muamar el Gadafi al frente del régimen que su padre creó y dirigió durante 42 años, fue detenido en la región de Obari, a 800 kilómetros al sur de Tripoli, por una brigada de combatientes de la ciudad de Zintan, situada a 150 kilómetros al sur de la capital.
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