No tienen nada más que sus ropas. Tras el paso del huracán Dorian por las Bahamas, las casas quedaron destruidas y se estima un mínimo de 45 personas fallecidas.
La familia Baptiste bajó del ferry que los sacó de Marsh Harbour, la ciudad en Bahamas que fue triturada por el huracán Dorian. "Muchos muertos, muchos", atinó a decir Marie Claude Baptiste al llegar a la capital, Nassau. "Muchos muertos", repite la mujer de 46 años.
Aún no sabe a dónde irá ella, los seis adultos y tres niños que la acompañan. Florida, especula. Canadá tal vez. Por ahora está en el puerto de Nassau esperando subir a un autobús que los llevará a un refugio.
Su marido de 44 años, Fedner Baptiste, interviene: "No tengo nada. Nada de nada. Todo desapareció. Carro, casa, perro. Se fueron". Señala la ropa que lleva puesta. "Esto es todo".
Normalmente, los huracanes llegan y se van en unas horas. Pero Dorian se quedó detenido durante tres días sobre el norte del archipiélago de las Bahamas. Salió el martes pasado. Destruyó las islas de Gran Bahama y Ábaco como si hubiera caído una bomba. Se calcula que unas 70 000 personas se quedaron sin hogar.
El huracán dejó al menos 45 muertos y muchas personas siguen desaparecidas, según un nuevo balance provisional anunciado la noche del domingo por la Policía del archipiélago.
En total se han encontrado 37 víctimas mortales en la isla Ábaco y 8 en Gran Bahama, pero las autoridades locales prevén que el total deberá aumentar. "Anticipamos encontrar más cuerpos. Hay muchas más personas que se presumen desaparecidas", dijo en un comunicado.
Más de una semana después de haber sido devastada por el huracán Dorian, el norte del país sigue en caos.
Ahora que ha quedado claro que habrá que reconstruir desde cero estas localidades, un trabajo que además tomará años, comienza a quedar en evidencia el próximo problema: las decenas de miles de desplazados bahameños que dejó Dorian.
"No tienen adónde ir"
El primer ministro, Hubert Minnis, dijo el viernes que la capital no puede recibir "de la noche a la mañana" a toda la población de la isla de Ábaco, donde está Marsh Harbour, por lo que el gobierno instalará refugios en la propia zona de impacto.
La agencia de manejo de emergencias de Bahamas (NEMA) informó en un comunicado que 2500 personas han evacuado de las islas desde el azote del huracán, la mayoría de Ábaco.
Actualmente, hay 370 personas en el refugio instalado en el Gimnasio Kendal Isaacs. Este lunes serán transportadas otras 300 personas. Hay tres refugios más en Nassau que el domingo ya se encontraban al máximo de su capacidad, según NEMA.
El gobierno también considera instalar opciones de "refugios masivos", con tiendas de campaña y contenedores. Además, las autoridades están pidiendo a los pobladores de Nassau que alojen a los desplazados.
Este es el caso de Abria Hield, una empleada del ministerio de Relaciones Exteriores. Vive sola en un apartamento de dos habitaciones y ahora hospeda a 10 parientes.
"No tengo opción, soy la única persona que tienen en Nassau", cuenta a la AFP la joven de 24 años. "No tienen adónde ir. Va a ser duro, pero es mi familia. Están muy traumatizados. Mi abuela llora de la mañana a la noche".
Los senadores por el estado de Florida pidieron al presidente Donald Trump que otorgue un estatus de protección temporal (TPS) a los bahameños. Naciones como Haití, El Salvador y Honduras se han beneficiado durante años de este beneficio, pero Trump está haciendo esfuerzos por eliminarlo.
"Probablemente tendremos que comprar colchones inflables", dijo Hield. "No sabemos cuánto tiempo será esto".
(Con información de AFP)
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