Gobierno dijo que está consternado con el ataque y anuncia una exhaustiva investigación.
El atentado que se produjo este miércoles en la casa del cardenal boliviano Julio Terrazas en la ciudad de Santa Cruz, fue atribuido por la Iglesia a la tensión política actual en ese país.
Así lo sostuvo el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), el arzobispo de La Paz, Edmundo Abastoflor, quien en conferencia de prensa afirmó que la "situación (política) en Bolivia va llevando a tomar la violencia como un recurso fácil"; sin embargo, dijo que confía en que "el clima del país sea cada vez más pacífico".
Asimismo, dijo que "este hecho refleja una actitud de intolerancia y el recurso a la violencia que atentan contra los principios de convivencia democrática en nuestro país. La violencia, como acción, nunca es el medio aceptable, no aporta soluciones en las relaciones humanas y es rechazada por Dios".
Respuesta del Gobierno
El viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, anunció una exhaustiva investigación. Mientras el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, sugirió interrogarse a cuál de los actores políticos (oficialismo u oposición) favorece este hecho.
Farfán informó que se ha instruido a la Policía y a los órganos de inteligencia que emprendan una averiguación profunda para dar con los autores y se les inicie el proceso penal que correspondiente ante la Fiscalía.
El atentado también desató controversias entre oficialistas y opositores, pero mientras que el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo (MAS), acusó a los partidos políticos de "derecha" de estar detrás del ataque, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, y el senador Luis Vásquez (Podemos) evitaron responsabilizar a los masistas.
Sobre el atentado
Alrededor de las 00.30 de ayer, un artefacto explosivo se activó en el portón de la casa del Cardenal, ubicada en la calle Seminario, a unos 150 metros del segundo anillo de circunvalación de la capital cruceña, ocasionando sólo daños materiales y no humanos. La autoridad eclesial no estaba en su domicilio, sino en su natal Vallegrande.
El cardenal Terrazas fue acusado en varias ocasiones por el presidente Morales y su Gobierno de haberse alineado con la oposición porque éste cuestionó las políticas del Gobierno, sobre todo las vinculadas a la libertad de culto, y el narcotráfico.
Así lo sostuvo el vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB), el arzobispo de La Paz, Edmundo Abastoflor, quien en conferencia de prensa afirmó que la "situación (política) en Bolivia va llevando a tomar la violencia como un recurso fácil"; sin embargo, dijo que confía en que "el clima del país sea cada vez más pacífico".
Asimismo, dijo que "este hecho refleja una actitud de intolerancia y el recurso a la violencia que atentan contra los principios de convivencia democrática en nuestro país. La violencia, como acción, nunca es el medio aceptable, no aporta soluciones en las relaciones humanas y es rechazada por Dios".
Respuesta del Gobierno
El viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, anunció una exhaustiva investigación. Mientras el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, sugirió interrogarse a cuál de los actores políticos (oficialismo u oposición) favorece este hecho.
Farfán informó que se ha instruido a la Policía y a los órganos de inteligencia que emprendan una averiguación profunda para dar con los autores y se les inicie el proceso penal que correspondiente ante la Fiscalía.
El atentado también desató controversias entre oficialistas y opositores, pero mientras que el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo (MAS), acusó a los partidos políticos de "derecha" de estar detrás del ataque, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, y el senador Luis Vásquez (Podemos) evitaron responsabilizar a los masistas.
Sobre el atentado
Alrededor de las 00.30 de ayer, un artefacto explosivo se activó en el portón de la casa del Cardenal, ubicada en la calle Seminario, a unos 150 metros del segundo anillo de circunvalación de la capital cruceña, ocasionando sólo daños materiales y no humanos. La autoridad eclesial no estaba en su domicilio, sino en su natal Vallegrande.
El cardenal Terrazas fue acusado en varias ocasiones por el presidente Morales y su Gobierno de haberse alineado con la oposición porque éste cuestionó las políticas del Gobierno, sobre todo las vinculadas a la libertad de culto, y el narcotráfico.
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