Durante el próximo Sínodo de los obispos se propondrá la ordenación sacerdotal de hombres casados para poder garantizar los sacramentos en las zonas más aisladas.
El próximo Sínodo de los obispos volverá a proponer uno de los temas considerados casi tabú por el ala conservadora de la Iglesia: la ordenación sacerdotal de hombres casados. Así lo reveló el documento de trabajo que recoge formalmente la sugerencia y por tanto entrará dentro del debate.
El 'Instrumentos laboris' tendrá que ser aprobada por la asamblea. "Afirmando que el celibato es un don para la Iglesia, se pide que, para las zonas más remotas de la región, se estudie la posibilidad de la ordenación sacerdotal para personas ancianas, preferentemente indígenas, respetadas y aceptadas por su comunidad, aunque tengan ya una familia constituida y estable, con la finalidad de asegurar los Sacramentos que acompañen y sostengan la vida cristiana", se lee en el documento publicado hoy.
El jesuita argentino Humberto Miguel Yáñez, profesor de teología moral de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma confirmó a EFE que, aunque el tema se debatió ya incluso en el Concilio Vaticano II, "es la primera vez que se habla de manera tan explicita y aparece como forma de propuesta" en un documento.
Para Yañez es solo cuestión de "lenguaje", ya que no se conoce así entre los indígenas, mientras que para el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, el documento no utiliza ese término porque "se ha convertido casi en un mito" y se ha "abusado de la expresión".
En el Sínodo sobre la Eucaristía de 2005, en un documento se resaltó la "preocupante" escasez de sacerdotes, pero los obispos consideraron que el de los sacerdotes casados era "un camino" que no se podía "recorrer".
La escasez de sacerdotes y misioneros se hace aún más patente en las grandes extensiones de Latinoamérica y sobre todo en la Amazonía, que comprende parte de Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guayana, Suriname y Guayana Francesa, y donde la iglesia católica experimenta muchas dificultades y donde cerca el 70% de las comunidades de la región no tiene acceso a la misa semanal.
EFE
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