Autoridades rumanas investigan a más de 20 personas supuestamente implicadas en una trama de tráfico internacional de óvulos en una clínica de Bucarest, informó hoy la Policía en un comunicado.
Las brigadas antimafia detuvieron esta madrugada en la capital al director de un centro de tratamientos de fertilidad y cirugía estética, Harry Mironescu, a su hijo, Yair Miron, y a la secretaria, Cecilia Borzea.
Sobre ellos pesa una orden de arresto preventivo de 24 horas, y un tribunal de Bucarest decide hoy si la detención se prolonga por 29 días.
Los investigadores sospechan que la clínica funcionaba sin autorización y se dedicaba a la venta ilegal de óvulos, comprados a jóvenes rumanas por entre 200 y 250 euros, a parejas extranjeras que deseaban tener hijos mediante fecundación "in vitro".
Según fuentes de la investigación citadas por medios locales, las sumas pagadas por los clientes oscilarían entre los 10.000 y los 15.000 euros.
Los sospechosos tendrían además conexiones con médicos de Israel especialistas en técnicas de reproducción asistida.
Entre los implicados que están siendo investigados en libertad se encuentran ciudadanos rumanos e israelíes.
EFE
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