Investigan amenazas a imán de nuevo centro islámico en Nueva York

La Policía de Nueva York investiga las amenazas de muerte que el imán Feisal Abdul Rauf, que promueve la construcción de un nuevo centro islámico en Nueva York cerca de la "zona cero" de Manhattan, y su esposa han recibido en las últimas semanas, publica hoy el diario Daily News.

El matrimonio, que se encuentra detrás del controvertido proyecto, lleva varias semanas recibiendo intimidatorias llamadas en su hogar en las que se le amenaza de muerte si no retira su apoyo a la construcción de un centro comunitario islámico a dos manzanas de donde se levantaban las Torres Gemelas hasta los atentados del 11-S.

La Policía de Nueva York se encuentra inmersa, según detalla el rotativo, en las investigaciones para descubrir la procedencia de las amenazas hacia los promotores del centro, conocido como Casa Córdoba y que ha dividido a la opinión pública estadounidense entre defensores y opositores al proyecto.

La esposa del imán Rauf, Daisy Khan, habló por primera vez de las amenazas el pasado fin de semana en el programa "This Week" de la cadena ABC, donde, bajo el título de "¿Deberían los estadounidenses temer al islam?", se debatía sobre el sentimiento antimusulmán que muchos consideran que ha surgido recientemente en el país.

"Para que conste, mi vida y la de mi marido están amenazadas", dijo Khan en el espacio televisivo, en el que aseguró que, pese a las intimidaciones, no han pedido el servicio de guardaespaldas porque no quieren "utilizar el dinero de los contribuyentes" de esa manera.

"Compruébenlo con la Policía. Nuestras vidas están bajo amenaza", aseveró la esposa del imán Rauf, cuyos asesores habían explicado en alguna ocasión que intenta estar alejado de Nueva York precisamente como medida de seguridad.

Rauf será el líder espiritual de la Casa Córdoba, un centro islámico que cuenta ya con el visto bueno de las autoridades neoyorquinas y que, además de una mezquita, contará con oratorios para judíos y cristianos.

Además, el centro estará abierto a todo el público -independientemente de las creencias religiosas de los usuarios- y tendrá, además de los espacios religiosos, instalaciones tan variadas como una piscina, salas de exposiciones, aulas educativas, un restaurante y una escuela culinaria, así como una zona en memoria de las víctimas de los atentados del 11-S.

Son numerosas las personas contrarias al proyecto, ya que consideran errónea la elección del emplazamiento y temen que los fondos con los que se construirá podrían venir de organizaciones terroristas islamistas.

Recientemente el imán anunció que permitirá que las autoridades estadounidenses investiguen a quienes donen más de cien dólares a la construcción del inmueble para saber de dónde proceden los fondos.

La polémica sobre el centro islámico tuvo su punto álgido durante la conmemoración del noveno aniversario de los atentados del 11-S el mes pasado, cuando se produjeron manifestaciones a favor y en contra del proyecto.

EFE