Un total de 84 es el número de personas fallecidas y cerca de 1.800 la cifra de heridos desde que a mediados de marzo empezaron las protestas y disturbios.
La zona central de Bangkok, escenario de los enfrentamientos entre los manifestantes llamados camisas rojas, de incendios y saqueos, comenzó hoy a recuperar cierta normalidad.
Decenas de residentes en una de las áreas próximas al que fuera el bastión del frente rojo y donde murieron varios manifestantes por impactos de bala, salieron a las calles con palas, escobas y otros utensilios para retirar los escombros y la basura acumulada.
En la avenida Rama IV, una de las mayores arterias de la capital, se produjeron violentos enfrentamientos, que culminaron el pasado miércoles con el asalto de las tropas al campamento montado por los camisas rojas en el corazón comercial de la metrópoli.
Una semana después de que el Ejército emprendiera el cerco a la fortaleza del frente rojo, los soldados aplastaron la protesta que derivó en una batalla campal entre hordas de camisas rojas y soldados.
Rama IV, que continúa cerrada al escaso tráfico que hay desde el estallido de los disturbios, está regada de neumáticos calcinados, bloques de hormigón y desperdicios.
En la zona donde acamparon los camisas rojas durante seis semanas, han iniciado su tarea los servicios de recogida de basura, y los bomberos se preparan para la misión de acordonar y examinar los edificios que fueron pasto de las llamas, entre ellos el que fuera el segundo mayor centro comercial del sudeste de Asia.
A pesar de que la situación tiende a normalizarse, Bangkok y otras tres provincias permanecerán hasta el próximo domingo bajo el toque de queda, y la mayor parte del transporte público en la capital continúa paralizado.
Un total de 15 personas murieron y otras 133 resultaron heridas el miércoles durante el asalto al bastión de los camisas rojas y en los disturbios que se desataron a continuación en la capital y en provincias del norte y noreste de Tailandia, indicó el Ministerio de Sanidad.
Durante los disturbios, que empezaron a raíz de que el Ejército emprendiera el pasado jueves una amplia operación para cercar a los manifestantes en su campamento, al menos 55 personas han muerto y unas 500 resultado heridas.
Con estas víctimas de los disturbios se eleva a 84 el número de personas que han perdido la vida y aumenta hasta 1.800 la cifra de heridos desde que a mediados de marzo empezaron las protestas.
EFE
Decenas de residentes en una de las áreas próximas al que fuera el bastión del frente rojo y donde murieron varios manifestantes por impactos de bala, salieron a las calles con palas, escobas y otros utensilios para retirar los escombros y la basura acumulada.
En la avenida Rama IV, una de las mayores arterias de la capital, se produjeron violentos enfrentamientos, que culminaron el pasado miércoles con el asalto de las tropas al campamento montado por los camisas rojas en el corazón comercial de la metrópoli.
Una semana después de que el Ejército emprendiera el cerco a la fortaleza del frente rojo, los soldados aplastaron la protesta que derivó en una batalla campal entre hordas de camisas rojas y soldados.
Rama IV, que continúa cerrada al escaso tráfico que hay desde el estallido de los disturbios, está regada de neumáticos calcinados, bloques de hormigón y desperdicios.
En la zona donde acamparon los camisas rojas durante seis semanas, han iniciado su tarea los servicios de recogida de basura, y los bomberos se preparan para la misión de acordonar y examinar los edificios que fueron pasto de las llamas, entre ellos el que fuera el segundo mayor centro comercial del sudeste de Asia.
A pesar de que la situación tiende a normalizarse, Bangkok y otras tres provincias permanecerán hasta el próximo domingo bajo el toque de queda, y la mayor parte del transporte público en la capital continúa paralizado.
Un total de 15 personas murieron y otras 133 resultaron heridas el miércoles durante el asalto al bastión de los camisas rojas y en los disturbios que se desataron a continuación en la capital y en provincias del norte y noreste de Tailandia, indicó el Ministerio de Sanidad.
Durante los disturbios, que empezaron a raíz de que el Ejército emprendiera el pasado jueves una amplia operación para cercar a los manifestantes en su campamento, al menos 55 personas han muerto y unas 500 resultado heridas.
Con estas víctimas de los disturbios se eleva a 84 el número de personas que han perdido la vida y aumenta hasta 1.800 la cifra de heridos desde que a mediados de marzo empezaron las protestas.
EFE
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