El sistema de refrigeración del combustible se detuvo. Se reavivaron los temores tras el último accidente nuclear en la zona por el terremoto de 2011.
El sistema de refrigeración de combustible que opera en la central nuclear de Fukushima II se detuvo luego del fuerte sismo de 7,3 grados que se registró este lunes en Japón. Las alarmas se activaron tras conocer la noticia, debido a que este proceso es el encargado de neutralizar y evitar la fuga de material radioactivo en la planta.
Al respecto, el gobierno del país asiático señaló minutos después que no existe riesgo de fuga de radiación de la piscina de enfriamiento del combustible del reactor. Por el momento, no hay peligro de una fuga radioactiva a causa del sismo. Sin embargo ya se han tomado todas las medidas para evitar complicaciones. La Tokyo Electric Power (TEPCO), empresa operadora, informó que el sistema de enfriamiento volvió a funcionar luego de una pausa corta.
"Por el momento estamos inspeccionando la planta. No se han registrado fugas de radiación ni aumento de temperatura de las 2.544 varillas nucleares que se encuentran en el tanque de enfriamiento", comentaron según informa el portal RT.
Riesgo y consecuencia. Esta planta nuclear es empleada para generar energía eléctrica a través de energía nuclear y producir materiales fisionables, como el plutonio, que son utilizados para fabricar armamento nuclear, satélites artificiales o propulsión de buques. En los cuatro reactores que conforman el complejo se llevan a cabo procesos químicos para transformar trabajo mecánico en eléctrico. En Fukushima II hay un reactor nuclear, un generador de vapor de agua, una turbina de vapor (que produce electricidad) y un condensador, que enfría el vapor generado para convertirlo en líquido.
Uno de estos tiene que ver con el sistema de refrigeración necesario para mantener los niveles de operatividad a raya. En el año 2011, el 11 de septiembre, un terremoto de 9 grados Richter arrasó con la central nuclear, entonces llamada Fukushima I. Hubo una fuga radioactiva. Tuvieron que evacuar la zona unos 160,000 habitantes. En 2015, tres directivos de TEPCO fueron acusados por negligencia en la operación. Los temores de un nuevo desastre aún están presentes en la población de esta prefectura.
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