La religiosa fundadora de Las Misioneras de la Caridad es reconocida como santa por la Iglesia Católica 19 años después de su muerte.
El papa Francisco canonizó este domingo a la madre Teresa de Calcuta, de quien destacó que se hizo oír ante los poderosos culpables de crear la pobreza, en una ceremonia en la Plaza de San Pedro a la que asistieron más de 100.000 personas.
De Madre a Santa. Francisco reconoció que será difícil llamarla "santa Teresa" porque "su santidad fue tan cercana a nosotros, tan tierna y espontánea que se le seguirá llamando madre, madre Teresa". El papa elogió durante la homilía de la canonización la labor de la madre Teresa "en defensa de la vida humana", desde aquellos no nacidos a los descartados.
Sus logros. El Papa destacó que durante toda su vida estuvo "a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada". Además valoró de la monja premio nobel de la Paz en 1979 su lucha contra el aborto y cómo siempre aseguraba que "el no nacido es el más débil, el más pequeño, el más pobre". "Se ha inclinado sobre las personas desfallecidas, que mueren abandonadas al borde de las calles, reconociendo la dignidad que Dios les había dado", agregó.
El proceso. La madre Teresa de Calcuta se convirtió así en santa 19 años después de su muerte, el 5 de septiembre, y tras un rápido proceso de canonización ya que fue proclamada beata el 19 de octubre de 2003 en otra ceremonia multitudinaria en el Vaticano. Para el proceso para se necesitaron dos milagros aprobados, uno para la beatificación y otro para la canonización. Estos han sido la "curación inexplicable" de una mujer india de religión animista, Mónica Bersa, de 34 años, que padecía un tumor en el abdomen del que sanó en 1998, y del brasileño Marcilio Andrino, que se curó de una grave infección cerebral en 2008.
Invitados especiales. Uno de los sectores más cercanos al altar fue reservado para 1.500 personas sintecho atendidas por las hermanas de la madre Teresa en varias ciudades italianas y que llegaron en autobuses a Roma para asistir a la canonización y a las que después se les ofrecerá un almuerzo a base de pizza en el Vaticano por voluntad del papa. Junto con Francisco concelebraron esta ceremonia 70 cardenales, 400 obispos y 1.700 sacerdotes.
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