Según el expediente de la Unesco dedicado a las técnicas de transformación del té, se trata de conocimientos, habilidades y prácticas relacionadas con la gestión de las plantaciones de té, la recolección de hojas de té, su procesamiento manual, el consumo y el intercambio de esta bebida.
Las técnicas tradicionales de transformación del té en China y las prácticas sociales asociadas a ellas fueron inscritas este martes en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Según informó en su cuenta de Twitter la Unesco, cuyo Comité del Patrimonio Inmaterial que se reúne esta semana en Rabat para elegir entre medio centenar de candidaturas, también se incluyó en la lista el arte marcial tradicional de Camboya "Kun Ibokator", la "xhubleta" albana, el arte de la alfarería del pueblo Chan en Vietnam y el trabajo tradicional de la piedra de Ahlat, en Turquía.
Según el expediente de la Unesco dedicado a las técnicas de transformación del té, se trata de conocimientos, habilidades y prácticas relacionadas con la gestión de las plantaciones de té, la recolección de hojas de té, su procesamiento manual, el consumo y el intercambio de esta bebida.
Basándose en las condiciones naturales y las costumbres locales, indica, los productores han desarrollado seis categorías de té -verde, amarillo, oscuro, blanco, oolong y negro-, así como otros a los que se les añaden elemento como el aroma floral, lo que da como resultado más de 2.000 productos de té.
Las herramientas de procesamiento, explica, son recipientes tipo "wok", bandejas de bambú y marcos de secado y las habilidades básicas empleadas incluyen "shaqing" (inactivación de enzimas), "menhuang" (amarilleo), "wodui" (amontonamiento), "weidiao" (marchitamiento), zuoqing (agitación y enfriamiento de las hojas), "fajiao" (oxidación o fermentación) y "yinzhi" (aromatización).
"Todos estos tés, con sus diversos colores, aromas, sabores y formas, satisfacen diferentes necesidades de las personas", indica el expediente, que añade que "el té es omnipresente en la vida diaria de los chinos", afirma la Unesco.
"El té macerado o hervido se sirve en familias, en el trabajo, en casas de té, restaurantes, templos, etcétera, y se aplica como un importante medio de comunicación en la socialización y en ceremonias como bodas", dice el expediente.
La Unesco también valora la práctica de saludar a los invitados con té y la de construir buenas relaciones dentro de la familia y entre los vecinos a través de actividades relacionadas con el té.
"Refleja los valores de modestia, armonía, cortesía y respeto del pueblo chino, y tiene una profunda influencia en el cultivo moral y la formación de la personalidad. También facilita los intercambios y el aprendizaje mutuo entre civilizaciones a través de las rutas de la seda, por lo que desempeña un papel importante en el desarrollo social sostenible", indica.
EFE
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