Esta semana se ha anunciado que las mujeres de Arabia Saudita podrán conducir; sin embargo, siguen sometidas a restricciones muchas más severas en el país ultraconservador.
El rey de Arabia Saudita, Salman bin Abdelaziz, ha ordenado emitir permisos de conducir para las mujeres, que hasta el día de hoy tenían prohibido ponerse al volante de un vehículo en el ultraconservador país musulmán. La orden real entrará a partir de junio de 2018.
Sin embargo, queda mucho camino hacia la igualdad de género en dicha nación de Medio Oriente, ya que todavía hay algunos aspectos básicos que las mujeres siguen sin poder realizar con normalidad. Según el Informe sobre disparidad de género del Foro Económico Mundial de 2016, el mayor productor y exportador de petróleo ocupa el puesto número 141 entre 144 países analizados.
Aquí, en esta nota, enumeramos varias prohibiciones a las que todavía se enfrentan las mujeres en Arabia Saudí.
1. Salir de casa sin "guardián"
Las mujeres saudíes tienen que tener un tutor masculino, que puede ser su padre, su hermano, su marido, o incluso un hijo, en caso de haber enviudado. Y para cualquier actividad cotidiana, como caminar por la calle, necesitan hacerla junto a su tutor.
2. Mostrar cualquier parte de su cuerpo
Salvo la cara y las manos, deben seguir un código de vestir estricto. La mayoría debe llevar una túnica negra y un velo que solo deja al descubierto el rostro.
3. Estar solas en zonas que no sean exclusivas de mujeres
En todo el país, hay sectores separados para hombres y mujeres, y tienen incluso ingresos separados para evitar todo contacto entre los sexos opuestos.
Según la agencia AFP, la semana pasada se abrió una pequeña brecha en este rígido sistema, cuando las mujeres fueron autorizadas por primera vez a celebrar la fiesta nacional saudita en un estadio de Riad. Lo hicieron en un sector reservado a las familias, en tanto se dispuso otro para los hombres solos.
4. No pueden ocupar cargos importantes en el Gobierno
Aunque pueden votar en comicios electorales, no pueden ocupar posiciones que conlleven a la toma de decisiones relevantes y no pueden estudiar o trabajar sin la autorización de su "guardián", tampoco realizar cualquier tipo de deporte.
5. Operación médica
La mujer saudí puede encontrarse en la obligación de pedir permiso a su hermano menor para someterse a una intervención quirúrgica.
6. Probarse la ropa durante las compras
La mera idea de que haya probadores femeninos en las tiendas escandaliza al clero wahabí saudí, fuente de legitimidad de la monarquía de los Saud. Hasta enero de 2012, los empleados de las tiendas de lencería en Arabia Saudí eran hombres, por lo general empleados asiáticos; tras una revuelta de las mujeres, ahora se exige que sean chicas.
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