De esta manera echó abajo la versión de las FARC, según la cual los diputados habían muerto durante una supuesta operación de rescate lanzada por los militares.
El ex diputado Sigifredo
López confirmó que sus once compañeros, también parlamentarios del Valle del
Cauca y secuestrados en 2002, fueron asesinados por las FARC y que esa matanza
no se produjo durante un enfrentamiento con el Ejército.
Con su relato López echó
abajo la versión de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC),
según la cual los diputados habían muerto durante una supuesta operación de
rescate lanzada por los militares.
"El país sabía que las
FARC asesinaron a mis compañeros, el país no sabía algunos datos concretos. Las
FARC sabían que yo sabía que no había habido combates. No hubo combates, si
hubiera habido combates hubiéramos cambiado de zona", detalló.
Explicó que todo comenzó el
14 de junio, cuando fue separado de sus compañeros al ser castigado por los
guerrilleros que lo custodiaban, porque consideraron que había elevado la voz
en una discusión con otro cautivo.
"No nos permitían
hablar, éramos como un grupo de leprosos; ese día habíamos solicitado que nos
cambiaran el plástico que servía de carpa porque estaba roto", precisó.
El ex diputado indicó que al
recibir el nuevo plástico discutió con su compañero sobre la posibilidad de
partirlo para que no les supusiera una carga trasladarlo de un lugar a otro.
"A un guardia le
pareció que estábamos hablando muy alto", prosiguió su relato, para
explicar que por ese motivo fue alejado unos
Pasaron cuatro días y llegó
el fatídico 18 de junio de 2007, cuando seguía encadenado y separado del resto
de diputados y escuchó primero dos disparos, a continuación otros dos, para
después oír largas ráfagas.
"Me tiré al piso, pensé
que era un rescate. Es lo único que recuerdo, ¡Dios Mío!, me encomendé a mis
hijitos, a mi familia. Estaba tirado, y después de tres minutos empezaron unas
ráfagas. Esa vaina duró una hora", agregó.
Luego llegó el silencio y
López sintió que se acercaba un guerrillero, quien le obligó a ponerse en
marcha hasta que llegaron a un río y después a una casa humilde donde había un
laboratorio de cocaína.
Fue allí donde días después
supo por la radio que sus compañeros habían muerto.
"No puedo decir qué
paso porque no sé. Yo imaginaba un rescate, pero si hubiera habido un rescate,
hubiera escuchado helicópteros, si hubiera habido un rescate, la guerrilla no
hubiera estado allí", señaló.
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