Conmovedores mensajes envían los trabajadores, que intentan remediar la crisis nuclear que afecta a la planta de Fukushima, a sus familiares en Japón.
“Acepto mi destino como una condena muerte”, es un mensaje de texto que envió uno de “Los 50 de Fukushima” a su familia, conocedor del peligro que lo rodea cada vez que ingresa a la central nuclear para contener la fuga radioactiva.
Otro mensaje señala: “El destino nos condena”. Y uno más: “Por favor, trata de estar bien, al menos tú –le dice a su esposa-; yo no puedo volver a casa por ahora”. Uno con sentido del humor dice: “No se preocupen, me las arreglaré. Vuelvo pronto, recuerden que me jubilo dentro de seis meses”, informó el portal Infobae.
Los 50 voluntarios enfrentan hace unos días el infierno en que se ha convertido la central nuclear por las constantes explosiones, incendios y fugas de material radiactivo tras el terremoto y posterior tsunami que afectó sus reactores.
Representando casi una misión suicida si recordamos el desenlace de los liquidadores de Chernóbil (Ucrania) en 1989, a los 50 recientemente se sumaron otros 130 hombres que intentan enfriar los reactores dañados.
El hermano de uno de éstos héroes comentó a los medios que “él está trabajando todavía en la planta, no se ha detenido. Ya no tienen nada para comer allí dentro. Sigue adelante en condiciones verdaderamente durísimas”.
La hija de otro dijo en Twitter: “El que está dentro de Fukushima es un combatiente, se está sacrificando a sí mismo para protegerte a ti (...) Por favor papá, regresa vivo a casa”.
“Ustedes son los únicos que pueden resolver esta crisis. Retirarse es impensable”, les dijo el primer ministro japonés Naoto Kan.
Comparte esta noticia