Hay que dejar que salga el presidente golpista, señaló el mandatario brasileño en referencia a Roberto Micheletti.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, negó que su país organizara la vuelta del depuesto mandatario de Honduras, Manuel Zelaya, a Tegucigalpa.
Preguntado sobre las acusaciones de participación de Brasil en el retorno, Lula señaló: "ustedes van a tener que creer a los golpistas o a mí".
"Hay que dejar que salga el presidente golpista", remarcó el presidente minutos antes de trasladarse al Jardín Botánico y Conservatorio Phipps, donde tiene lugar la cena inaugural de la cumbre del G-20.
El Ministerio de Exteriores del régimen de Roberto Micheletti indicó en un comunicado que "la presencia del señor Zelaya en la misión de Brasil en Tegucigalpa (es) un acto promovido y consentido por el Gobierno de Brasil".
"Resulta evidente la intromisión del Gobierno del señor Lula da Silva en los asuntos internos de Honduras", afirmó la declaración.
En una entrevista con el canal de televisión pública estadounidense PBS, Lula dijo que Zelaya "tuvo que parar en alguna embajada y creo que la preocupación no debe ser en qué embajada está o cómo llegó".
El presidente dijo que lo importante "es que hay un golpista en el poder" en Honduras, en relación a Micheletti.
"Es justo que el presidente elegido democráticamente quiera volver a su cargo. El golpista, si quiere ser presidente, que dispute las próximas elecciones", añadió Lula.
EFE
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