El incidente ocurrió cuando dos policías observaron en un bar que las minúsculas bragas negras de encaje que llevaba la mujer no dejaban mucho a la imaginación.
Una camarera australiana deberá pagar una multa de 300 dólares locales (256 dólares estadounidenses ó 210 euros) por dejar visible parte de su trasero mientras trabajaba, informó hoy la agencia local AAP.
El incidente ocurrió a finales de 2008, cuando dos policías de paisano observaron al entrar a un bar de la ciudad de Perth que las minúsculas bragas negras de encaje que llevaba detrás de la barra Megan Brookes no dejaban mucho a la imaginación.
Los agentes impusieron a Brookes una sanción por exposición indecente, pero la camarera decidió recurrir la multa.
Durante el juicio, la camarera discutió con uno de los policías sobre su atuendo de aquella noche, que además de las bragas de encaje incluía medias de rejilla con liguero y pegatinas para tapar los pezones.
"No te preocupes querida, el problema nunca fueron tus pechos, siempre fue tu culo", le espetó el agente en cuestión ante la mirada impasible del juez.
El caso se prolongó durante un año y medio hasta que la semana pasada Brookes, de 30 años, decidió declararse culpable para dejar de pagar los elevados gastos legales.
Steve Zielinski, su jefe y propietario del bar Raunchy Promotions de Perth, aseguró que todo el proceso ha sido una tontería y que la Policía debería ocuparse más por detener a narcotraficantes y otros criminales. EFE
El incidente ocurrió a finales de 2008, cuando dos policías de paisano observaron al entrar a un bar de la ciudad de Perth que las minúsculas bragas negras de encaje que llevaba detrás de la barra Megan Brookes no dejaban mucho a la imaginación.
Los agentes impusieron a Brookes una sanción por exposición indecente, pero la camarera decidió recurrir la multa.
Durante el juicio, la camarera discutió con uno de los policías sobre su atuendo de aquella noche, que además de las bragas de encaje incluía medias de rejilla con liguero y pegatinas para tapar los pezones.
"No te preocupes querida, el problema nunca fueron tus pechos, siempre fue tu culo", le espetó el agente en cuestión ante la mirada impasible del juez.
El caso se prolongó durante un año y medio hasta que la semana pasada Brookes, de 30 años, decidió declararse culpable para dejar de pagar los elevados gastos legales.
Steve Zielinski, su jefe y propietario del bar Raunchy Promotions de Perth, aseguró que todo el proceso ha sido una tontería y que la Policía debería ocuparse más por detener a narcotraficantes y otros criminales. EFE
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