Obama "está indignado" por los "brutales asesinatos" de tres personas vinculadas al Consulado General de EEUU en Ciudad Juárez.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, se declaró hoy "indignado" por el asesinato de tres personas vinculadas al consulado de EE.UU. en la urbe mexicana de Ciudad Juárez, mientras el Departamento de Estado emitió una nueva alerta de viajes por la violencia en el vecino país, informó la Casa Blanca.
Obama "está indignado" por los "brutales asesinatos" de tres personas vinculadas al Consulado General de EE.UU. en Ciudad Juárez, incluidos una empleada y su esposo, ambos ciudadanos estadounidenses, y el cónyuge de una funcionaria mexicana, dijo en un comunicado Mike Hammer, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, sin dar más detalles sobre los decesos.
El mandatario estadounidense "ofrece condolencias a sus familias y condena estos ataques contra personal consular y diplomático al servicio de nuestras misiones en el extranjero", agregó Hammer.
El portavoz dijo que las autoridades de Estados Unidos trabajarán "incansablemente" con las de México "para llevar a los asesinos ante la Justicia".
Asimismo, señaló que Obama "comparte la indignación del pueblo mexicano ante los asesinatos de miles de personas en Ciudad Juárez y en otros lugares de México".
El Gobierno de Washington, continuó Hammer, seguirá apoyando los esfuerzos del presidente mexicano, Felipe Calderón, "para acabar con el poder de las organizaciones del narcotráfico que operan en México y que con demasiada frecuencia atacan y matan a personas inocentes".
Hammer reiteró la postura de Estados Unidos de que la lucha antinarcóticos es "una responsabilidad que debemos asumir juntos, particularmente en comunidades fronterizas donde fuertes vínculos históricos y culturales, e intereses comunes unen estrechamente al pueblo mexicano y al estadounidense".
Por su parte, el Departamento de Estado emitió hoy una nueva alerta de viajes a México, que sustituye la emitida el pasado 22 de febrero.
En la alerta de viajes, el Departamento de Estado autorizó la salida de dependientes, hasta el próximo 12 de abril, de empleados estadounidenses en los consulados fronterizos en Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Monterrey y Matamoros.
La autorización para salir de México no afecta a familiares de empleados estadounidenses designados a otras áreas del país, explicó el Departamento de Estado.
Aunque millones de ciudadanos estadounidenses visitan México sin problemas de seguridad cada año, por motivos de estudios, turismo o negocio, y alrededor de un millón de estadounidenses viven allí, "la violencia en el país ha incrementado".
El Departamento de Estado consideró como un "imperativo" que los estadounidenses conozcan los riesgos en México, cómo evitar situaciones y sitios de peligro, y a quién contactar en caso de urgencias.
El sábado, diez presuntos sicarios y un militar murieron en un enfrentamiento entre el Ejército y supuestos miembros del crimen organizado en una localidad en el estado sureño de Guerrero.
En las últimas horas otras 15 personas han sido asesinadas en ese estado, seis de ellas policías municipales que fueron acribillados. De los otros nueve cadáveres, cuatro habían sido decapitados.
Estas 15 muertes se produjeron en el municipio de Acapulco, uno de los enclaves turísticos del país, que atrae sobre todo visitantes nacionales.
Desde que Calderón ordenó una ofensiva militar contra las bandas de narcotraficantes, en diciembre de 2006, se calcula que poco más de 17.000 personas han fallecido como consecuencia de la lucha antinarcóticos en ese país. EFE
Obama "está indignado" por los "brutales asesinatos" de tres personas vinculadas al Consulado General de EE.UU. en Ciudad Juárez, incluidos una empleada y su esposo, ambos ciudadanos estadounidenses, y el cónyuge de una funcionaria mexicana, dijo en un comunicado Mike Hammer, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, sin dar más detalles sobre los decesos.
El mandatario estadounidense "ofrece condolencias a sus familias y condena estos ataques contra personal consular y diplomático al servicio de nuestras misiones en el extranjero", agregó Hammer.
El portavoz dijo que las autoridades de Estados Unidos trabajarán "incansablemente" con las de México "para llevar a los asesinos ante la Justicia".
Asimismo, señaló que Obama "comparte la indignación del pueblo mexicano ante los asesinatos de miles de personas en Ciudad Juárez y en otros lugares de México".
El Gobierno de Washington, continuó Hammer, seguirá apoyando los esfuerzos del presidente mexicano, Felipe Calderón, "para acabar con el poder de las organizaciones del narcotráfico que operan en México y que con demasiada frecuencia atacan y matan a personas inocentes".
Hammer reiteró la postura de Estados Unidos de que la lucha antinarcóticos es "una responsabilidad que debemos asumir juntos, particularmente en comunidades fronterizas donde fuertes vínculos históricos y culturales, e intereses comunes unen estrechamente al pueblo mexicano y al estadounidense".
Por su parte, el Departamento de Estado emitió hoy una nueva alerta de viajes a México, que sustituye la emitida el pasado 22 de febrero.
En la alerta de viajes, el Departamento de Estado autorizó la salida de dependientes, hasta el próximo 12 de abril, de empleados estadounidenses en los consulados fronterizos en Tijuana, Nogales, Ciudad Juárez, Nuevo Laredo, Monterrey y Matamoros.
La autorización para salir de México no afecta a familiares de empleados estadounidenses designados a otras áreas del país, explicó el Departamento de Estado.
Aunque millones de ciudadanos estadounidenses visitan México sin problemas de seguridad cada año, por motivos de estudios, turismo o negocio, y alrededor de un millón de estadounidenses viven allí, "la violencia en el país ha incrementado".
El Departamento de Estado consideró como un "imperativo" que los estadounidenses conozcan los riesgos en México, cómo evitar situaciones y sitios de peligro, y a quién contactar en caso de urgencias.
El sábado, diez presuntos sicarios y un militar murieron en un enfrentamiento entre el Ejército y supuestos miembros del crimen organizado en una localidad en el estado sureño de Guerrero.
En las últimas horas otras 15 personas han sido asesinadas en ese estado, seis de ellas policías municipales que fueron acribillados. De los otros nueve cadáveres, cuatro habían sido decapitados.
Estas 15 muertes se produjeron en el municipio de Acapulco, uno de los enclaves turísticos del país, que atrae sobre todo visitantes nacionales.
Desde que Calderón ordenó una ofensiva militar contra las bandas de narcotraficantes, en diciembre de 2006, se calcula que poco más de 17.000 personas han fallecido como consecuencia de la lucha antinarcóticos en ese país. EFE
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