Tras el vertido, Obama ha pedido que no dé la espalda al turismo en el Golfo de México, e incluso ha insistido en la seguridad del consumo de mariscos provenientes de sus aguas.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, y su familia concluyeron hoy su fin de semana en Florida con un paseo en barco, dentro de su viaje a la costa del Golfo de México para reactivar el turismo en la zona afectada por el derrame de crudo generado a finales de abril pasado.
La familia Obama salió del puerto de Andrews Bay, cerca de su hotel en la localidad de Panama City, adonde llegó el sábado para demostrar con su presencia que la región está lista para el turismo después de los meses transcurridos tras el vertido de petróleo.
El "Bay Point Lady", de 15 metros de eslora y bandera estadounidense, recorrió parte de la costa de Florida, uno de los estados afectados por el derrame de petróleo que causó la explosión de una plataforma de la compañía BP el pasado 20 de abril.
Durante la excursión, los Obama se vieron sorprendidos por la presencia de un delfín que salió a la superficie y acaparó la atención de la pequeña Sasha.
El presidente vestido con un polo de manga corta negra y pantalones vaqueros no se perdió detalle. La primera dama lucía una camiseta negra sin mangas y pantalón pirata blanco y negro, mientras que la pequeña Sasha llevaba una alegre camiseta amarilla y un pantalón corto color caqui.
El presidente y su hija pasaron parte de la tarde del sábado nadando en el mar y jugando al minigolf. Con ese significativo baño Obama dejó sin argumentos a los que desconfían que las costas del Golfo de México sean seguras después de los millones de litros de crudo que han sido vertidos al mar.
Por la mañana Obama y la primera dama participaron en una mesa redonda para conocer la situación de los pequeños empresarios de la zona y los progresos en los trabajos de recuperación.
Durante esta breve estancia de apenas 27 horas, el presidente afirmó que las playas "están limpias, son seguras y están totalmente abiertas al público" e hizo una invitación para que los turistas lo comprueben.
Desde que se produjo el accidente, Obama ha pedido a la opinión pública que no dé la espalda al turismo en el Golfo de México, e incluso ha insistido en la seguridad del consumo de mariscos provenientes de sus aguas.
De hecho, el día de su cumpleaños, el 4 de agosto, se sirvieron camarones pescados la zona durante en una barbacoa celebrada en la Casa Blanca para celebrar su 49 aniversario. EFE
La familia Obama salió del puerto de Andrews Bay, cerca de su hotel en la localidad de Panama City, adonde llegó el sábado para demostrar con su presencia que la región está lista para el turismo después de los meses transcurridos tras el vertido de petróleo.
El "Bay Point Lady", de 15 metros de eslora y bandera estadounidense, recorrió parte de la costa de Florida, uno de los estados afectados por el derrame de petróleo que causó la explosión de una plataforma de la compañía BP el pasado 20 de abril.
Durante la excursión, los Obama se vieron sorprendidos por la presencia de un delfín que salió a la superficie y acaparó la atención de la pequeña Sasha.
El presidente vestido con un polo de manga corta negra y pantalones vaqueros no se perdió detalle. La primera dama lucía una camiseta negra sin mangas y pantalón pirata blanco y negro, mientras que la pequeña Sasha llevaba una alegre camiseta amarilla y un pantalón corto color caqui.
El presidente y su hija pasaron parte de la tarde del sábado nadando en el mar y jugando al minigolf. Con ese significativo baño Obama dejó sin argumentos a los que desconfían que las costas del Golfo de México sean seguras después de los millones de litros de crudo que han sido vertidos al mar.
Por la mañana Obama y la primera dama participaron en una mesa redonda para conocer la situación de los pequeños empresarios de la zona y los progresos en los trabajos de recuperación.
Durante esta breve estancia de apenas 27 horas, el presidente afirmó que las playas "están limpias, son seguras y están totalmente abiertas al público" e hizo una invitación para que los turistas lo comprueben.
Desde que se produjo el accidente, Obama ha pedido a la opinión pública que no dé la espalda al turismo en el Golfo de México, e incluso ha insistido en la seguridad del consumo de mariscos provenientes de sus aguas.
De hecho, el día de su cumpleaños, el 4 de agosto, se sirvieron camarones pescados la zona durante en una barbacoa celebrada en la Casa Blanca para celebrar su 49 aniversario. EFE
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