EEUU ha formado un equipo de 120 personas que ha puesto a trabajar en revisar las bases de datos sobre Irak en el Pentágono y determinar "cuál podría ser el impacto" de la publicación.
El Pentágono aseguro hoy que no espera "grandes sorpresas" de la gran cantidad de documentos sobre la guerra de Irak que va a publicar mañana la web Wikileaks, aunque sí alertó que puede poner en peligro: "a nuestra gente o a nuestros equipos".
Esta web convocó a los medios, a través de Twitter, a una rueda de prensa que tendrá lugar el sábado en un lugar de Europa, presumiblemente en Londres, para dar a conocer estos documentos.
Se trata, según fuentes cercanas a la web, de la mayor filtración de la historia de Estados Unidos, cerca de 400.000 documentos sobre la guerra de Irak, iniciada en marzo de 2003.
Desde hace semanas, el Pentágono trabaja para tratar de aminorar el impacto de la publicación de estos papeles. e incluso ha formado un equipo de 120 personas que ha puesto a trabajar en revisar las bases de datos sobre Irak en el Pentágono y determinar "cuál podría ser el impacto" de la publicación.
Hace solo unos días, el Pentágono hizo un llamamiento a los medios para que no publiquen los documentos.
A través de su portavoz, el coronel de Infantería de Marina David Lapan, dijo: "los medios tienen que tener cuidado. No queremos que Wikileaks, como organización, gane credibilidad si medios con credibilidad facilitan la filtración".
El Pentágono considera que los documentos que se podrían divulgar son informes de campo sobre la guerra en Irak, conocidos como "Significant Activities" o SIGACTs, en jerga militar.
Hoy, en un encuentro con los medios, Lapan dijo que los acontecimientos sensibles que pueden estar recogidos en estos documentos, como la muerte de iraquíes inocentes o los casos de abusos contra detenidos, "ya se ha escrito mucho sobre ellos a lo largo del tiempo".
No obstante, puede ser que recojan los nombres de iraquíes que trabajan para Estados Unidos, y que podrían quedar ahora expuestos a amenazas.
Otro de los peligros de la publicación de estos documentos, añadió, es que sean utilizados por los insurgentes para recoger datos sobre las operaciones que EE.UU. está desarrollando en Irak.
"Nuestra preocupación es sobre todo la amenaza que pueda suponer para nuestra gente y nuestros equipos", indicó Lapan.
De hacerse realidad, la filtración sería mucho mayor que la que ya protagonizó Wikileaks en julio, cuando publicó 92.000 informes secretos de las Fuerzas Armadas de EE.UU. sobre Afganistán.
Tendría también lugar en un momento delicado para Irak, donde los partidos políticos tratan de acordar la formación de un Gobierno de coalición y las fuerzas de combate estadounidenses completaron su retirada el pasado agosto.
Estados Unidos mantiene aún en Irak cerca de 50.000 soldados, que terminarán de abandonar el país árabe a finales de 2011.
Si la filtración llega en un momento complicado en Irak, también lo es para la propia Wikileaks, que ha recibido numerosas críticas no sólo del Pentágono y distintos Gobiernos, sino también de organizaciones de derechos humanos, que consideraron "temerario" el modo en que la página filtró indiscriminadamente los documentos sobre Afganistán.
Además, Wikileaks ha visto cómo las autoridades suecas han abierto una investigación por acoso sexual contra el fundador de la página, el australiano Julian Assange.
En abril, la página difundió un vídeo en el que se veía cómo en julio de 2007 un helicóptero estadounidense masacraba en Bagdad a un equipo de colaboradores de la agencia de noticias británica Reuters. EFE
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