La joven murió por los golpes y las quemaduras sufridos en la vivienda de su familia, que intentaba "curarle" de su homosexualidad.
Los padres de una joven marroquí de 18 años que murió durante un ritual para intentar "curarle" de su homosexualidad fueron enviados a prisión preventiva por el juez de instrucción.
Layla Achichi murió el mes pasado a causa de los golpes y quemaduras sufridos durante una ceremonia de curación espiritual en la vivienda familiar de Amberes (norte de Bélgica) en la que participó un "lector" del Corán.
Los padres fueron detenidos la pasada semana y su mandato de arresto confirmado el martes por un tribunal de instrucción belga, según confirmó hoy el abogado de la familia, Johan Platteau.
El letrado indicó que los padres rechazan las acusaciones y que han apelado la decisión de prisión provisional. Añadió que los padres decidieron intentar una "curación espiritual" ante el convencimiento de que su hija estaba poseída por espíritus maléficos, para lo que recabaron la ayuda del "lector" del Corán.
En cuanto a este, también se encuentra detenido, aunque su abogado asegura que su intervención se limitó a leer, en varias sesiones, pasajes del libro sagrado musulmán, pero sin proponer a los padres ningún tipo de rito purificador.
El cuerpo de la joven fue encontrado con golpes y quemaduras por todo el cuerpo, aunque por ahora no se conocen los resultados de la autopsia.
Layla Achichi murió el mes pasado a causa de los golpes y quemaduras sufridos durante una ceremonia de curación espiritual en la vivienda familiar de Amberes (norte de Bélgica) en la que participó un "lector" del Corán.
Los padres fueron detenidos la pasada semana y su mandato de arresto confirmado el martes por un tribunal de instrucción belga, según confirmó hoy el abogado de la familia, Johan Platteau.
El letrado indicó que los padres rechazan las acusaciones y que han apelado la decisión de prisión provisional. Añadió que los padres decidieron intentar una "curación espiritual" ante el convencimiento de que su hija estaba poseída por espíritus maléficos, para lo que recabaron la ayuda del "lector" del Corán.
En cuanto a este, también se encuentra detenido, aunque su abogado asegura que su intervención se limitó a leer, en varias sesiones, pasajes del libro sagrado musulmán, pero sin proponer a los padres ningún tipo de rito purificador.
El cuerpo de la joven fue encontrado con golpes y quemaduras por todo el cuerpo, aunque por ahora no se conocen los resultados de la autopsia.
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