El sismólogo estadounidense era un tipo sarcástico que se burlaba de quiénes aseguraban que podían predecir los sismos.
Gracias a Charles Richter (1900-1985) podemos saber la magnitud de los sismos a través de la escala que desarrolló junto al alemán Beno Gutenberg en 1935. ¿Pero qué sabemos de la vida de este científico estadounidense?
Richter nació en Ohio (Estados Unidos), pero empezó su vida académica en California, donde ingresó a la Universidad de Stanford. A los 18 años empezó a trabajar en un doctorado en Física Teórica en el Instituto de Tecnología de California (Caltech), pero decidió trabajar en el Carnegie Institute de Washington.
Luego obtuvo el trabajo que marcó su vida en el Laboratorio de Sismología de Pasadena, bajo la dirección de Beno Gutenberg y se dedicó de lleno a los sismos a pesar de obtener su doctorado de Física Teórica en 1920. Junto a Gutenberg desarrolló el sistema de complejas ecuaciones para medir la magnitud de los sismos en 1935 que lleva su apellido y que hasta ahora es usada.
Testimonio de primera mano
El investigador emérito Cinna Lomnitz del Instituto de Geofísica de la UNAM (México) realizó un posdoctorado con el doctor Richter, a quien llamaban de cariño ‘Charlie’ y lo recuerda como un hombre muy dedicado.
“Él manejaba las estadísticas sísmicas, incluso, creó una colección de tarjetas. Cada tarjeta era un temblor, decía la magnitud, el epicentro, etcétera. En su época era el catálogo más importante y completo de este tipo. Cada tarjeta estaba escrita a mano o con una máquina de escribir, no existían las computadoras. Richter era ideal para ese trabajo porque se acordaba de cada una de sus tarjetas; sabía exactamente en dónde encontrar lo que uno buscaba. Era muy minucioso para los temblores”, narró a la página web de la universidad mexicana.
El poeta nudista
Richter no solo dedicaba su vida a la ciencia. La sismóloga Susan Elizabeth Hough, autora del libro Richter's Scale, dijo que este sabio no solo fue un experto en movimientos telúricos, sino un gran caminante, un prolífico poeta y practicante del nudismo. Tanto él como su esposa se quitaban la ropa en playas desiertas y cada vez que ambos tenían la oportunidad, un dato que también fue recogido en el obituario del sismólogo que fue publicado en Los Ángeles Times.
El científico se jubiló a los 70 años, pero aún trabajó en el laboratorio de sismología. Conservó las llaves e instaló en su casa un sismómetro que le alertaba cada vez que la tierra temblaba, en cualquier parte del mundo. Esa era su llamada para ir al laboratorio y revisar los sismogramas. Richter murió a los 85 años por una insuficiencia cardiaca.
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