Previo a anunciar su dimisión, la primera ministra británica Liz Truss se reunió con el jefe del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady.
La primera ministra británica, Liz Truss, anunció este jueves su dimisión como líder del Partido Conservador y dejará la jefatura del Gobierno en cuanto se elija a su sucesor.
"Reconozco que, dada la situación, no puedo cumplir el mandato para el que fui elegida por el Partido Conservador. He hablado con su majestad el rey para decirle que renuncio como líder del Partido Conservador", dijo en un breve mensaje a las puertas de su residencia en el 10 de Downing Street.
Truss abrió su declaración con una referencia al "momento de gran inestabilidad económica e internacional" en la que llegó al cargo, que asumió el pasado 6 de septiembre tras vencer en unas primarias de su partido.
"Hemos ofrecido resultados en las facturas energéticas y rebajando la cotización social. Hemos planteado una visión para economía de baja fiscalidad y alto crecimiento que aprovecharía las libertades del Brexit", consideró Truss, antes de reconocer que en la actual situación no podrá cumplir sus objetivos.
Truss precisó que un nuevo proceso de votación interna será organizado de aquí al final de la próxima semana para elegir a su reemplazante. Hasta entonces, la primera ministra continuará en funciones, según dijo.
Reunión decisiva
Previamente, Truss se reunió este jueves con el jefe del grupo de diputados conservadores sin cartera, Graham Brady, responsable de organizar las mociones de censura interna y las elecciones de nuevos líderes.
Según confirmó Downing Street (jefatura del Ejecutivo) a medios británicos, Brady, que preside el llamado Comité 1922, habló con la primera ministra a petición de esta última, en un momento en que la rebelión de los "tories" presionaba a Truss a que renuncie.
Al menos trece diputados del partido gobernante habían dicho en los medios de comunicación y las redes sociales que no confiaban en la jefa del Gobierno, que perdió autoridad tras haber tenido que anular la práctica totalidad de su proyecto político y económico por el caos sembrado en los mercados financieros.
Algunos medios calculan que más de 50 parlamentarios, de 357 que tienen los conservadores en la Cámara de los Comunes, habrían escrito a Brady, para expresar su falta de confianza en la líder.
Con información de EFE.
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